
El domingo 18 de mayo, se celebró la toma de posesión del padre Juan Paredes Rodríguez como nuevo párroco de la parroquia Nuestra Señora de la Paz en Alto Hospicio. La eucaristía fue presidida por el obispo de la Diócesis de Iquique, hermano Isauro Covili Linfati, y concelebrada por el padre José Toledo y el padre Juan, junto al diácono Roberto Palma.
La celebración comenzó con la procesión de entrada, en la que se portaron los ornamentos del nuevo párroco, y congregó a una gran cantidad de fieles que se hicieron presentes para acompañar este significativo momento para la comunidad parroquial. Durante la liturgia, el hermano obispo dio la bienvenida y destacó la importancia de la misión pastoral que ahora le corresponde al padre Juan.



El director de la comunidad salesiana leyó el decreto oficial de nombramiento, seguido del rito de profesión de fe del nuevo párroco. El padre Juan colocó su mano sobre el Evangelio, signo de fidelidad a la Palabra de Dios, y luego firmó en el altar junto al obispo. Mons. Covili le entregó el Evangelio como signo de la misión que ahora le corresponde: anunciar la Buena Noticia al estilo de Jesús, Buen Pastor.



En su homilía, el hermano obispo expresó con entusiasmo que «un buen párroco no lo hace todo. Es un líder, sí, pero sobre todo es un pastor al estilo de Jesús, que acompaña y ayuda a desarrollar las capacidades de su comunidad». También resaltó el carisma salesiano del padre Juan, «inquieto y apostólico», e instó a la parroquia a caminar en comunión, con espíritu misionero y esperanza.



Durante el rito de entrega de los signos pastorales, el padre Juan recibió las llaves del templo, el confesionario, la fuente bautismal y el cirio pascual, símbolos de su nueva misión pastoral. La celebración concluyó con la bendición final y un fraterno compartir comunitario.
Con esta toma de posesión, la parroquia Nuestra Señora de la Paz inicia una nueva etapa en su caminar pastoral, confiada a la guía y servicio del padre Juan Paredes, bajo el amparo de María Auxiliadora y el carisma de Don Bosco. El padre Juan expresó su gratitud a Dios y a la comunidad, y se comprometió a servir a los pobres y a la comunidad con dedicación y amor.


