La madrugada en Iquique parecía avanzar con la calma habitual previa al conteo electoral. Sin embargo, esa quietud se rompió cuando una denuncia pública comenzó a expandirse como un eco incómodo entre militantes, vecinos y autoridades.
El candidato a senador por Tarapacá, Hugo Gutiérrez Gálvez (PC), aseguró que el Colegio de Profesoras y Profesores de Iquique —espacio que su comando venía utilizando durante semanas para actividades de campaña— habría sido vulnerado por desconocidos.
Un lugar simbólico convertido en escena de denuncia
El inmueble, que estaba destinado a ser punto de encuentro para esperar los resultados de las Elecciones Presidenciales y Parlamentarias 2025, amaneció con señales de ingreso forzado, según indicó el propio candidato. Gutiérrez relató que los candados fueron encontrados “completamente destruidos”, transformando un espacio de trabajo y reunión comunitaria en escenario de preocupación.
Lo que para muchos era solo un local gremial, para el comando había adquirido otro rol: un centro de articulación, conversaciones y encuentros con la ciudadanía durante toda la campaña. Por eso, el impacto no fue solo material.
“Un golpe a la democracia”: la lectura del candidato
En el lugar, visiblemente molesto, Gutiérrez calificó el hecho como un ataque al espíritu democrático, enfatizando que no se trataba únicamente de daños a un edificio, sino de un golpe a un espacio ciudadano de diálogo.
“Este lugar nos ha recibido con generosidad durante semanas. Hoy lo encontramos violentado. Esto no solo afecta a las profesoras y profesores: afecta a la ciudadanía que usa este espacio para organizarse”, declaró, señalando que ya solicitó que el hecho sea investigado con urgencia.
El candidato insistió en que este tipo de sucesos, ocurridos en plena jornada electoral, deben ser clarificados rápidamente para evitar suspicacias y garantizar que la participación democrática se desarrolle sin amenazas.
Indignación en el gremio y un llamado a la investigación
En el exterior del recinto, dirigentes del Colegio de Profesores mostraban preocupación mientras observaban los candados quebrados. De momento, la denuncia está en manos de las autoridades, quienes deberán determinar las circunstancias del ingreso y si hubo robo o daño intencional.
Gutiérrez, en tanto, reiteró que su equipo no detendrá sus labores:
“Seguimos de pie. Seguimos organizados. Nada nos hará retroceder”.
Mientras caía la tarde en Iquique, la imagen del portón forzado se convirtió en una postal inesperada de la jornada electoral: una mezcla de incertidumbre, indignación y un llamado urgente a esclarecer lo ocurrido.
