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LOS VERDES, EL DÍA QUE SE VACÍO: LA DETERMINACIÓN QUE AHUYENTÓ A LOS CLIENTES Y DESATÓ LA PEOR CRISIS DE SU HISTORIA

El retiro obligatorio de mesas, la falta de electricidad regularizada y la pérdida de resoluciones sanitarias dejaron casi paralizados a los locales de Los Verdes, donde comerciantes reportan días “perdidos”, cocinas cerradas y ausencia total de clientes. La medida se origina en el nuevo Plan Regulador Comunal que prohíbe restaurantes en el sector, mientras la justicia exige que autoridades ausentes den explicaciones.

El viento golpea las latas vacías y el mar sigue rompiendo atrás, como siempre, pero algo falta.
Lo que antes era un bullicio permanente —familias peleándose por mesa, niños corriendo con jugos en la mano, turistas fotografiando ceviches— hoy es un desierto.
Los Verdes, la caleta gastronómica más icónica del litoral sur de Iquique, amaneció en un estado que nadie recuerda haber visto: sin clientes.

No es metáfora. No es exageración. La gente dejó de venir, así de simple y brutal, después que las autoridades ordenaran retirar mesas, sillas y todo lo que permitía sentarse a comer.

Y el golpe se siente en cada local.

“No hay gente… es un día perdido”: la grabación que reveló el derrumbe

La primera en documentar el desastre fue Nathalie Santander, dueña del histórico local El Buzo, quien recorrió la caleta con su celular encendido.

Su voz suena entre resignación y rabia contenida mientras camina entre pasillos vacíos:

—“Acá estamos en Los Verdes. No hay gente… ya no hay mesas, no hay sillas… es un día perdido”.

En cada local la respuesta es la misma:

“Lento.”
“Vacío.”
“La gente ya no quiere venir.”
“No da ni para la comida.”
“Para morirse.”

Locales cerrados. Cocinas apagadas. Trabajadores despidiéndose.
Y todo por una razón que se repite como sentencia: la gente quiere sentarse a comer, y ya no puede.

La medida que quebró una tradición

El detonante fue la aplicación del nuevo Plan Regulador Comunal (PRC), que reclasificó la caleta Los Verdes como Zona de Área Verde (ZAV), un tipo de suelo donde la instalación de restaurantes no está permitida.

Con esta reinterpretación, las autoridades comenzaron a exigir:

  • Retiro de mesas y sillas.
  • Venta solo de empanadas y ceviches elaborados en cocinas autorizadas.
  • Operación mínima sin cocina tradicional.
  • Restricción sanitaria por falta de luz y cadena de frío.

El resultado fue inmediato:
Los clientes desaparecieron.

Porque ir a Los Verdes nunca fue solo “comprar comida”.
Era sentarse, mirar el mar, compartir un ceviche fresco, pasar la tarde.
Sin eso, muchos creyeron que la caleta estaba cerrada.

Y así comenzó la hecatombe.

“Nos dicen que está cerrado, y no es cierto”: la versión de los locatarios

En entrevista exclusiva con Vilas Radio, Nathalie explicó lo que ha sido la semana más dura en décadas:

—“Han venido muy poquita gente. Creen que Los Verdes está cerrado, y no es así. Estamos trabajando igual… lo que nos permiten vender.”

La comerciante contó que han ido todos los días al municipio, “casi de rodillas”, buscando un permiso que les permita seguir operando mientras se resuelve el cambio del PRC.
El alcalde les prometió un documento provisorio, pero ese permiso no autoriza instalar mesas, porque esa atribución depende del Seremi de Salud.

Y sin mesas, no hay clientela.

El factor eléctrico y el permiso que nunca llegó

Nathalie reveló un punto clave: Antes del incendio, todos los locales tenían permiso de Vialidad, y CGE les entregaba luz sin problemas, pero al intentar regularizar nuevamente, tras reconstruir, CGE pidió un permiso superior a un año, algo imposible en un espacio ahora clasificado como área verde.

Sin luz → no hay cadena de frío.
Sin cadena de frío → no hay resolución sanitaria.
Sin resolución → no hay patente.
Sin patente → no hay mesas.
Sin mesas → no hay clientes.

Una cadena de burocracia que se está llevando por delante a toda una caleta.

Audiencias sin autoridades y posible orden de arresto

El conflicto escaló a tribunales: La jueza Antonella Sciaraffia, del Primer Juzgado de Policía Local, citó al Seremi de Bienes Nacionales, al delegado presidencial y a representantes del Gobierno Regional.

Pero ninguno asistió.

La magistrada fijó una nueva audiencia para el 27 de noviembre, advirtiendo que, si el Seremi no comparece, podría solicitar su detención.

Los Verdes hoy: cocinas reducidas, despidos y abandono

La escena actual es desoladora:

  • Cocinas reducidas a dos platos.
  • Más de 30 trabajadores despedidos.
  • Locales operando a media máquina o completamente cerrados.
  • Proveedores sin a quién vender.
  • Una cadena económica rota.

No es solo gastronomía.
Es economía local, turismo, tradición, identidad.

Y todo se está desmoronando.

La versión del Seremi de Salud: “Nuestra obligación es proteger la salud”

En conversación con Vilas Radio, el Seremi de Salud de Tarapacá, David Valle, explicó que:

  • El cambio de uso de suelo afecta directamente la continuidad de las resoluciones sanitarias.
  • Sin electricidad estable, no existe cadena de frío adecuada.
  • Las fiscalizaciones próximas evaluarán riesgos por alimentos mal manipulados.
  • Solo se permite vender empanadas fritas y ceviches elaborados en cocinas con autorización vigente.

El Seremi insistió:
—“Entendemos la situación, pero nuestra obligación es asegurar que la salud de las personas no esté en riesgo.”

La pregunta que nadie responde: ¿por qué ahora?

Según el Seremi, las restricciones responden a:

  • Observaciones levantadas en 2023 y 2024.
  • El cambio formal del PRC en febrero de 2025.
  • Incumplimientos sanitarios acumulados.

Pero para los locatarios, la molestia es profunda:si todo era conocido desde hace años,
¿por qué esperar a que la temporada estival esté a punto de comenzar para aplicar la medida?

El daño está hecho: la gente no va a Los Verdes

La crisis ya no se mide solo en permisos, resoluciones o decretos.
Se mide en los pasillos vacíos, en los locales cerrados, en los trabajadores despedidos y en las ventas que hoy “no alcanzan ni para el almuerzo”, como dijo una de las locatarias.

El impacto mayor ya ocurrió:
la gente dejó de venir.

Sin mesas, sin sillas, sin la experiencia que define a Los Verdes,
la caleta gastronómica que sobrevivió a incendios, marejadas y décadas de improvisación,
está recibiendo su golpe más duro…
y esta vez no viene del mar, sino de las decisiones administrativas.

¿Qué viene ahora?

Los locatarios esperan para las próximas horas:

  • Un permiso municipal que les permita seguir funcionando como kioscos.
  • Una reunión con el Seremi de Salud para solicitar autorización de cuatro mesas por local.
  • La audiencia clave del 27 de noviembre.
  • El inicio de un proceso legal para revertir la prohibición del PRC.

Nadie sabe si será suficiente.
Pero al menos hay una certeza: Los Verdes no quiere morir.

Y sus locatarios, aunque vacíos de clientes,
siguen esperando que alguien, finalmente,
se siente a escucharlos.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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