NacionalNoticias

“LEY DEL VASO DE AGUA”: EL GESTO MÁS SIMPLE QUE SE ABRE PASO ENTRE LOS PASILLOS DEL CONGRESO

El proyecto de ley que busca garantizar que todos los restaurantes, fuentes de soda y locales de comida rápida ofrezcan agua potable gratuita a sus clientes, avanzó al Pleno del Senado para su votación. La iniciativa, impulsada por un grupo transversal de senadores, fue modificada por la Comisión de Salud, que descartó aplicar multas y dejó la fiscalización en manos del Ministerio de Salud.

En un país donde pedir un vaso de agua a veces cuesta más que una botella de bebida, el Congreso chileno comienza a escribir una historia distinta. La llamada “Ley del vaso de agua” avanzó un paso decisivo y quedó lista para ser votada en la Sala del Senado, luego de intensos debates y modificaciones que reavivaron un tema tan cotidiano como fundamental: el derecho a recibir agua potable gratuita en cualquier establecimiento que venda alimentos o bebidas.

La escena tuvo lugar en la Comisión de Salud del Senado, donde los parlamentarios Ximena Órdenes, Iván Flores, Francisco Chahuán, Sergio Gahona y Juan Luis Castro revisaron una a una las indicaciones que buscaban afinar el espíritu de la norma. Detrás de la discusión, flotaba una pregunta simple, casi simbólica: ¿por qué el acceso a un vaso de agua —algo tan básico— aún debe debatirse en el Parlamento?

Un gesto de humanidad en la mesa

La iniciativa no nació de un solo impulso, sino de cuatro mociones refundidas (Boletines N° 11606-11, 9680-11, 12512-11 y 16588-11), firmadas por un amplio abanico de senadores y ex senadores: Ximena Órdenes, Paulina Núñez, Juan Luis Castro, Sergio Gahona, Alejandro Kusanovic, Manuel José Ossandón y Francisco Chahuán, junto a los ex legisladores Alejandro Guillier, Carolina Goic, Guido Girardi y Rabindranath Quinteros. Todos coincidieron en un principio elemental: el agua no se vende, se comparte.

La “Ley del vaso de agua” establece que los restaurantes, fuentes de soda y locales de comida rápida deberán ofrecer agua potable gratuita a sus clientes sin necesidad de que la soliciten. Deberán disponer de un recipiente con agua suficiente en la mesa o a su alcance, como parte del servicio. No será una cortesía ni un favor: será un derecho de consumo básico.

Lo que se rechazó y lo que se mantiene

Durante la sesión del 17 de octubre, la Comisión de Salud también abordó temas espinosos: se discutió la posibilidad de aplicar multas de entre 1 y 10 UTM a quienes no cumplieran la norma, pero finalmente se descartó. En cambio, se acordó que la fiscalización quedará en manos de las Secretarías Regionales del Ministerio de Salud (SEREMI), organismos que ya supervisan los establecimientos de expendio de alimentos.

Asimismo, se rechazaron propuestas que buscaban ampliar la ley a bebederos públicos o colegios, para no desviar su foco original: garantizar que en todo local de comida haya agua disponible, gratuita y segura.

Voces del comercio y el sentido común

En medio de la discusión, una carta de la Confederación del Comercio Detallista y de Turismo fue leída en la Comisión. En ella, el gremio manifestó su conformidad con la idea matriz, aclarando que muchos locales ya ofrecen agua a quienes la piden, aunque reconocen que formalizarlo por ley ayudará a estandarizar la práctica y dar mayor claridad al consumidor. El documento también adelantó que están realizando una encuesta nacional entre sus asociados para conocer el nivel actual de cumplimiento.

Más que un vaso: un símbolo

Detrás del texto legal, hay una historia más profunda: la de un país que busca reconciliarse con la idea del acceso básico al agua, en un contexto global donde el recurso se vuelve cada vez más escaso. En Chile —país de sequías, embalses agotados y comunas que dependen de camiones aljibe— la discusión adquiere tintes éticos y culturales.

El vaso de agua gratuito se transforma así en un acto mínimo de justicia cotidiana: un recordatorio de que no todo lo esencial debe tener precio.

Lo que viene

Con la revisión de las indicaciones finalizada, la Ley del vaso de agua ahora avanza al Pleno del Senado, donde será votada en las próximas sesiones ordinarias. Si es aprobada, pasará a segundo trámite en la Cámara de Diputados, para seguir su camino hacia convertirse en ley.

De prosperar, cada restaurante, fuente de soda o local de comida rápida del país deberá servir agua potable gratuita a sus clientes, sin excusas ni excepciones.

Y quizás entonces —cuando ese primer vaso de agua llegue a la mesa sin tener que pedirlo— se entienda que la dignidad también se sirve en pequeños gestos.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

Artículos relacionados

Botón volver arriba