Cuando Justo Quezada Bouey descubrió la agrupación GEA (Grupo de Energía y Amor), hace dos décadas atrás, jamás se imaginó el calvario por el que iba a pasar.
Y es que la líder del grupo, Ina Rojas Hidalgo, con quien se casó poco después de haber entrado, se apropió de más de $2.500 millones que le pertenecían y lo dejó casi viviendo en la calle.
Ahora, la mujer encargada de la presunta secta y su hijo Claudio Salinas están siendo acusados de los delitos de estafa reiterada consumada y falsificación y uso malicioso de documentos privados.
LA HISTORIA DE LÍDER DE SECTA QUE ES ACUSADA DE ESTAFA
Según su sitio web, GEA es una agrupación basada en la “enseñanza espiritual y desarrollo personal que busca la apertura de consciencia del ser humano mediante la integración de valores universales”.
Entre los servicios que ofrecen están las terapias de energía, meditaciones individuales y grupales, talleres, apertura de chakras y cursos de autoayuda. Cuentan con siete sedes en Chile, tres en España y una en Estados Unidos.
Juan Pablo Quezada, hijo del empresario, aseguró en el matinal Contigo en la Mañana que su padre siempre se caracterizó por tener una “búsqueda espiritual”.
A fines de la década de 1990 él deseaba resolver unos asuntos personales, y por recomendación de una prima, Quezada llegó a GEA. Allí conoció a Ina Rojas, quien se autodenominaba “Maestra” y tenía una gran comunidad de seguidores que le hacían caso en todo lo que pedía.
Según el ingeniero, uno de los miembros del grupo era Ramón Castillo Gaete, mejor conocido como Antares de La Luz, quien años más tarde fundó la secta de Colliguay.
Debido a los recursos económicos con los que contaba y sus estudios en el ámbito de la espiritualidad, poco después de ingresar a GEA se le ofreció al ingeniero financiar la fundación de un nuevo colegio en Quilpué y otros proyectos. Sin embargo, luego todo pasó a nombre de Ina.
En el año 2001 contrajo matrimonio con la mujer. Ella lo persuadió diciéndole que era el “elegido de Dios en la Tierra” y que ella era “la hija de Dios”, por lo cual tenían que casarse.
“Yo pensaba que ella era un ser de luz, que estaba a la altura de Dios. No me di cuenta cuando empecé a hacerle caso”, expresó Quezada en una entrevista con LUN.
Hoy, al ver en retrospectiva las cosas, el empresario no titubea en aseverar que GEA “es una secta”. Y es que poco después de haberse casado, la “Maestra” comenzó a aislarlo: le prohibió ver a su familia y lo despojó de los bienes que reunió en su vida.
Durante esa época también se vio profundamente afectado en su salud mental.
“Cuando nos casamos hubo mucha manipulación. Echó a mis hijos de la casa y no me dejó verlos más. Yo caí en un pozo de depresión severa. Ella me decía que no debía preocuparme por el dinero. Que lo más importante era encontrar la paz y plenitud”, dijo el ingeniero.
Su hijo Juan Pablo ha expresado desde que su padre se casó con la “Maestra” comenzaron a ver indicios extraños. Uno de ellos fue que durante la boda había un cuadro de Jesús, y más arriba de este, había uno más grande que mostraba a Ina, tal como si fuera una figura religiosa digna de admirar.
Otro hecho importante fue que Quezada compró un departamento en El Tabo para visitar a sus hijos. No obstante, solo dos meses después, les dijo que era de Ina.
A lo anterior se suman las dinámicas habituales de GEA y que precisamente tienen que ver con el culto a la personalidad hacia la “Maestra”. “Le rendíamos honores, hacíamos cosas por ella y para ella”, dijo una exintegrante al matinal de Chilevisión.
Debido al estado de manipulación en que estuvo el ingeniero durante años, la “Maestra” lo obligó a traspasarle su patrimonio, entre los que se incluye un recinto educacional, dos departamentos y una elevada cantidad de dinero.
Hasta que en 2012 lo echó de la casa que compartían y la víctima empezó a darse cuenta poco a poco de lo que había ocurrido.
“Justo Quezada fue defraudado en más de $2.500 millones, traspasándole (a la ‘Maestra’ de la secta) el 100 % de los bienes que reunió en sus 80 años de vida”, aseguró su representante, Remberto Valdés.
A raíz del caso, el próximo 14 de mayo se realizará la audiencia de juicio oral en el Juzgado de Garantía de Quilpué.