Un estudio de la consultora LLYC analizó la conversación digital sobre la minería en países de América Latina. El informe, titulado Una nueva oportunidad para la minería en la región LATAM analizó más de 1,4 millones de mensajes y observó seis tendencias sobre la temática.
Los hallazgos, construidos en base al análisis de tecnologías como Brandwatch, X y noticias sobre la minería permiten concluir que este sector conversa en círculos cerrados, observa una desventaja sobre la opinión pública y enfrenta un activismo férreo contra la industria.
A nivel latinoamericano, el tema que lidera la conversación es la minería ilegal, lo que genera una percepción negativa hacia la actividad minera en la región. En cambio, este tema registra menos conversación en Chile, contrastando con otros temas que influyen en el sector.
Otro elemento que está arraigado en Chile y toma fuerza en otros países de la región, es el activismo medioambiental que denuncia los impactos negativos de la industria sobre el medio ambiente. Según el informe, existe un activismo férreo que no está disponible al diálogo y se instala como una bandera política por parte de movimientos sin visibilidad institucional.
Por otro lado, Chile es el país donde más conversación existe sobre minería sostenible. Esta temática positiva sobre la actividad destaca los compromisos para una industria responsable que sintoniza con las nuevas tendencias de sostenibilidad, aunque es insuficiente para influir sobre la percepción mayormente negativa. Y, pese a su relevancia, es una temática que genera menos conversación a nivel general entre los 10 países analizados (México, Guatemala, República Dominicana, Panamá, Colombia, Ecuador, Brasil, Perú, Argentina, y Chile).
El Director General de LLYC en Chile, Juan Cristóbal Portales, analiza las principales claves del informe sobre el sector minero y comenta que “la sostenibilidad no es solo un eslogan; es una necesidad urgente. La industria debe liderar la transformación hacia prácticas más sostenibles, minimizando su impacto ambiental y social” junto con destacar los avances de las tecnologías para un tratamiento más limpio y seguro de los recursos naturales.
Y, complementa que, “en lugar de ver estos resultados como un veredicto final sobre la industria minera, debemos considerarlos como un llamado a la acción. El desafío es claro: debemos cambiar la narrativa, humanizar el discurso y salir del cliché de la sostenibilidad”.
LA MIRADA DE LA INDUSTRIA
El sector minero percibe una comunicación poco efectiva dado que sienten que su imagen en los medios no resalta los atributos que la minería ha ido trabajando en las últimas décadas, especialmente en el factor de la sostenibilidad. Sin embargo, la consultora concluye que esta conversación crece en los eventos empresariales, los mismos hablando con los mismos.
Esto explicaría también por qué la conversación digital sobre la minería en Chile no trasciende de espacios corporativos y tampoco proyecta la imagen que perfila según sus expectativas,
El Director General de LLYC en Chile también analizó las falencias del sector para lograr sus objetivos de ser representados como una industria que contribuye al progreso y al desarrollo. “Uno de los factores más importantes es la vinculación con las personas; la industria no puede seguir comunicándose únicamente dentro de su esfera cerrada. Es hora de llegar a todos los públicos, incluidos los detractores” asegura Juan Cristóbal Portales.
RECOMENDACIONES DEL ESTUDIO
Surge una gran oportunidad para replantear la narrativa y abrir la conversación y relacionamiento hacia actores que vayan más allá de la industria.
Salir del cliché de la sostenibilidad, ir más allá de las certificaciones, buscar territorios de comunicación que generen una verdadera conexión con públicos de interés.
Promover coherencia, especialmente en nuevas generaciones.
Tocar y tocar puertas, incluso con detractores.
Humanizar los discursos y activarlos. Menos tecnicismos y mayor conexión con necesidades y cotidianidad de las personas.
Pasar de la estrategia de invisibilización de los impactos a una activación emblemática nacional progresiva con estrategias digitales más proactivas que derriben muros de desconfianza.