LA CARRERA SE ABRE EN LA ONU: EL MUNDO SE SACUDE MIENTRAS COMIENZA LA BATALLA POLÍTICA POR EL CARGO MÁS PODEROSO DE LA DIPLOMACIA GLOBAL

Por primera vez en décadas, la sucesión del secretario general de Naciones Unidas no parece un trámite diplomático, sino una contienda abierta, impredecible y feroz. Con la expresidenta Michelle Bachelet entre las cartas fuertes, la ONU abre un proceso que promete sacudir alianzas, derribar silencios y exponer las tensiones que fracturan al planeta.
Desde Nueva York, justo cuando el cielo empezaba a teñirse del gris metálico que anuncia lluvia en Manhattan, la presidenta de la Asamblea General de la ONU, Annalena Baerbock, hizo algo que rara vez ocurre en la maquinaria burocrática internacional: encendió un volcán político.
“No es solo una elección. Es una declaración de quiénes somos”, dijo, casi sin respirar, frente a una prensa que llevaba semanas olfateando el anuncio. La diplomática alemana, flanqueada por documentos aún tibios de tinta, confirmó el inicio formal de la carrera para elegir al próximo secretario general de Naciones Unidas, el cargo que, sin tener ejército, mueve al mundo con una palabra.
Con esa sola frase —“Nuestra elección enviará un mensaje poderoso”— Baerbock dejó claro que esta vez no habrá coronación silenciosa. Será pelea. Será diplomacia cruda. Será historia.
UN CARGO EN DISPUTA: EL MUNDO CAMBIA, Y LA ONU TAMBIÉN
La carta firmada por Baerbock y el presidente rotatorio del Consejo de Seguridad, el sierraleonés Michael Imran Janu, abrió oficialmente la compuerta. Desde ahora, los Estados miembros pueden comenzar a nominar a sus favoritos.
Y el tablero, de inmediato, empezó a arder.
Porque no se trata solo de elegir al reemplazo de António Guterres, cuyo mandato termina el 31 de diciembre de 2026.
Se trata de definir cómo responderá la ONU a un planeta que parece desmoronarse en vivo: guerras simultáneas, potencias enfrentadas, reorganización geopolítica, inteligencia artificial militarizada y una ciudadanía global cada vez más desconfiada.
Baerbock lo dijo sin anestesia:
“La credibilidad de la ONU está en juego.”
Y lo está.
LAS CANDIDATAS QUE REMECEN LA ELECCIÓN: POR PRIMERA VEZ, UNA MUJER PODRÍA TOMAR EL TIMÓN
El proceso llega acompañado de un llamado explícito —y casi histórico— a nominar mujeres.
Después de 80 años sin una sola secretaria general, un grupo de diplomáticas agrupadas en GWL Voices presiona para derribar lo que llaman “la mano negra” que frena la paridad en el corazón del multilateralismo.
Esta vez, la lista femenina no es simbólica: es poderosa.
- Michelle Bachelet (Chile) – Expresidenta, ex Alta Comisionada de Derechos Humanos y favorita temprana en encuestas internacionales.
- María Fernanda Espinosa (Ecuador) – Ex presidenta de la Asamblea General y figura clave en política exterior latinoamericana.
- Mia Mottley (Barbados) – Primera ministra caribeña, voz global en cambio climático.
- Alicia Bárcena (México) – Secretaria ejecutiva de la CEPAL.
- Jacinda Ardern (Nueva Zelanda) – Ícono progresista global.
- Rebeca Grynspan (Costa Rica) – Líder de UNCTAD, también mencionada con fuerza.
- Virginia Gamba (Argentina) – Experta en conflicto armado y desarme, con 50 años de experiencia en terreno.
Y detrás del escenario, una tradición diplomática no dicha pero real:
este “turno” correspondería a una mujer latinoamericana.
ARGENTINA SE METE A LA CANCHA: GROSSI Y GAMBA ROMPEN EL TABLERO
Mientras los países evalúan sus cartas, Argentina sorprendió con dos nombres fuertes:
Rafael Grossi
Actual director del OIEA, una figura clave en la supervisión nuclear global. Tiene respaldo del gobierno argentino e incluso de Italia. Pero para competir deberá renunciar a su cargo.
Virginia Gamba
La más inesperada, y quizá la más temible para sus contrincantes.
Una estratega militar civil, profesora del King’s College, negociadora en Gaza, Ucrania y Siria, experta en desarme y miembro del grupo que ganó el Nobel de la Paz en 1995.
Su frase lo dice todo:
“No soy abogada. No soy burócrata. Soy una practicante de la guerra. Y hoy el mundo necesita expertos en estabilidad, no en protocolo.”
Sus palabras resonaron incluso antes de que su libro de memorias —En la cuerda floja— llegue a las librerías.

BACHELET: LA FAVORITA EN LAS ENCUESTAS Y EL NOMBRE QUE REORDENA EL MAPA
Según el sondeo internacional de PassBlue, un medio especializado en diplomacia global, la expresidenta chilena lidera cómodamente las preferencias entre especialistas y lectores informados:
- Michelle Bachelet (Chile) – 29,1%
- María Fernanda Espinosa (Ecuador) – 13,7%
- Mia Mottley (Barbados) – 8,9%
- Virginia Gamba (Argentina) – 6,9%
- Rafael Grossi (Argentina) – 4,7%
Bachelet aparece no solo como opción viable, sino como símbolo de un cambio largamente postergado:
una mujer al mando —y latinoamericana— en el organismo más influyente del sistema multilateral.

UN PROCESO QUE YA ES UNA BATALLA GLOBAL
La carrera apenas comienza, pero el ambiente en la ONU ya es eléctrico.
Los embajadores caminan con carpetas cerradas bajo el brazo, los lobbies se activan, los acuerdos secretos empiezan a tomar forma.
Todo en silencio. Todo a la vista.
El próximo secretario general asumirá el 1 de enero de 2027, pero su elección definirá mucho antes el rumbo del planeta.
Porque esta vez, como nunca, las preguntas pesan más que los discursos:
- ¿Qué tipo de liderazgo necesita un mundo al borde de múltiples guerras?
- ¿Se atreverán las potencias a permitir una mujer al mando?
- ¿Hasta dónde llegará la presión por un giro latinoamericano?
- ¿Quién será capaz de restaurar la credibilidad de la ONU?
El telón se abrió. La disputa ya empezó.
Y el mundo entero —quizás sin quererlo— está sentado en primera fila.







