
Un video viralizado en TikTok ha dejado en evidencia un hecho que mezcla sorpresa, indignación y preocupación sanitaria: la caza de palomas en plena comuna de Providencia, práctica que, según rescatistas de aves, podría terminar con las aves siendo destinadas al consumo humano en restaurantes locales.
El registro muestra a una mujer atraer palomas con alimento, solo para atraparlas con un hilo y guardarlas en su chaqueta. No actuaba sola: otra persona cargaba cajas de cartón donde almacenaban las aves capturadas. Al percatarse de que estaban siendo grabadas, ambas se retiraron del lugar, dejando preguntas abiertas sobre el destino final de los animales.
Denuncias y especulaciones
María Cueto, reconocida rescatista de aves, ha seguido de cerca esta problemática en Santiago Centro, incluyendo sectores como Plaza Brasil, Barrio República y Bellas Artes. La especialista asegura que los reportes le llegan constantemente a través de redes sociales y aplicaciones de denuncia ciudadana como Sosafe.
“Organizamos una vigilia por distintas zonas de Santiago e intentamos seguir a un hombre que llevaba varias palomas, pero se metió a un cité. No sabemos qué hacen con ellas, pero tenemos pistas de que, por lo menos en el Barrio Brasil, hay un restaurante que las compra para la carne”, relató Cueto.
Otro testigo relató un encuentro directo con uno de los cazadores:
“Yo logré que una persona hablara con uno de los cazadores. Me dijo: ‘Oye, estoy pasando por aquí (Plaza Brasil) y hay un tipo cazando palomas, lo acabo de encarar y me dijo que se las vende a un restaurante por luca’”, contó la rescatista.
El vacío legal y los desafíos para proteger a las aves
Según Cueto, uno de los problemas centrales radica en que las palomas son consideradas plaga urbana, lo que genera un vacío legal.
“Aquí lo que he estado intentando hacer es corroborar que efectivamente esas palomas son destinadas a consumo, para poder hacer la denuncia formal a través del Minsal”, explicó.
La especialista señala que la situación no es aislada: los robos de palomas se replican en distintos puntos del centro de Santiago, y la manera de capturarlas es cada vez más sigilosa y organizada.
Preocupación por bienestar animal y salud pública
Más allá del maltrato animal, la presunta venta de palomas a restaurantes podría tener implicancias sanitarias. La manipulación inadecuada y el transporte en cajas o bolsillos aumentan el riesgo de contaminación y transmisión de enfermedades. Por ello, Cueto y otros rescatistas llaman a la vigilancia ciudadana y a la denuncia inmediata de estos casos.
“Nos preocupa la repetición de estos actos y su posible comercialización. Por eso seguimos recopilando información para entregarla a las autoridades sanitarias y así frenar estas prácticas”, concluyó María Cueto.
El caso ha despertado atención en redes sociales y medios locales, generando un debate sobre la protección de la fauna urbana, la ética en el consumo de animales y la necesidad de legislación que contemple estas situaciones.