La despreocupación de las autoridades y la nula asistencia a los afectados por los más de cinco incendios que han arrasado con más de una decena de viviendas en La Tirana en los últimos días, han generado una situación grave y un panorama desolador para los vecinos. Estas familias, que con gran esfuerzo lograron construir sus hogares, ahora enfrentan la incertidumbre y el abandono por parte de las instituciones.
En las últimas 24 horas, las víctimas han comenzado a remover los escombros por cuenta propia. «No ha venido nadie de la municipalidad a ayudarnos», señaló Roxana Pulgar, una residente de 65 años, mientras cargaba escombros. La indignación crece, ya que las autoridades no han enviado maquinarias ni personal para apoyar a los damnificados. Además, los vecinos han exigido mayor seguridad y una presencia constante de las autoridades, considerando el riesgo de que estos incendios se repitan. «Necesitamos más vigilancia y acciones concretas para prevenir estas tragedias», reclamó un habitante del sector.
Vecinos han acompañado a Vilas Radio documentando el drama que viven las familias afectadas, quienes no solo han perdido sus pertenencias, sino que también temen que nuevos incendios los puedan sorprender. La falta de intervención de las autoridades locales, como el municipio de Pozo Almonte, ha generado críticas. A más de un día del último incendio, no ha llegado nadie a realizar un catastro.
Por su parte, las investigaciones sobre el origen de estos incendios han comenzado, con el Ministerio Público y Carabineros conformando un equipo especializado. Sin embargo, los vecinos insisten en que la prioridad inmediata debería ser la asistencia a los afectados y un plan de seguridad que evite futuros incidentes. «El problema está ahora, no el lunes», enfatizó una vecina, criticando la tardanza de las autoridades.
El panorama en La Tirana es desolador. Familias que esperaban retomar sus vidas con normalidad tras las festividades ahora se encuentran removiendo los escombros de lo que solían ser sus hogares. La indignación y el dolor se mezclan en un clima de desesperanza, mientras el pueblo exige acciones claras para enfrentar esta tragedia.
