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GOLPE AL PODER: EXPRESIDENTE LUIS ARCE ES CAPTURADO EN MEDIO DE INVESTIGACIÓN POR DESFALCO

El expresidente boliviano Luis Arce fue detenido en su departamento de Miraflores por la Policía, en el marco de una investigación por presunta corrupción vinculada al millonario desfalco del Fondo de Desarrollo Indígena. La Fiscalía lo acusa de aprobar desembolsos irregulares durante su gestión como ministro de Economía, mientras varios excolaboradores ya enfrentan procesos paralelos. Arce permanece en dependencias de la FELCC a la espera de nuevas diligencias.

La escena política boliviana se fracturó ayer por la tarde en un acto que muchos analistas comparan con un terremoto institucional. El expresidente Luis Alberto Arce Catacora, figura central del Movimiento al Socialismo (MAS) y arquitecto económico de Bolivia durante casi dos décadas, fue detenido por la Policía Boliviana en el corazón de La Paz como parte de una investigación por presunta corrupción masiva que involucra recursos destinados a comunidades indígenas, en una trama que podría redefinir de manera irreversible la percepción pública sobre la justicia, el poder y la rendición de cuentas en el país andino.

Un arresto inesperado: de Miraflores a la FELCC

Según confirmaron medios internacionales y fuentes oficiales, la detención del expresidente se produjo el miércoles 10 de diciembre, apenas un mes después de haber dejado el cargo tras cinco años de mandato (2020–2025) y entregar la presidencia al centrista Rodrigo Paz Pereira.

Arce fue interceptado en su departamento del barrio de Miraflores, en La Paz, donde, de acuerdo con diversas fuentes, fue abordado por agentes policiales sin una notificación previa formal. Tras el operativo, el exmandatario fue trasladado a las oficinas de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC), en medio de un hermetismo oficial que encendió de inmediato las alarmas nacionales e internacionales.

María Nela Prada, exministra de la Presidencia bajo la gestión de Arce, calificó la detención como un “secuestro totalmente ilegal” e incluso denunció que el arresto se hizo sin previo aviso mientras el expresidente estaba “solo” en su residencia.

El epicentro del escándalo: Fondioc y la sombra del desfalco

La causa que gatilló la captura de Arce gira en torno al Fondo de Desarrollo para los Pueblos Indígenas (Fondioc), un fondo estatal que, desde su creación, estuvo destinado a financiar proyectos productivos en comunidades indígenas y campesinas en Bolivia. Investigaciones recientes sostienen que durante los años en que Arce fue ministro de Economía bajo el gobierno de Evo Morales (2006–2017) —cargo que lo colocaba al frente del directorio del Fondioc—, se habría autorizado el uso indebido de recursos públicos, con desembolsos sospechosos hacia cuentas personales y proyectos nunca realizados.

La Fiscalía boliviana acusa a Arce de múltiples delitos, entre ellos favorecimiento al enriquecimiento ilícito, uso indebido de influencias, resoluciones contrarias a la ley e incumplimiento de deberes, vinculados al supuesto daño económico causado al Estado. El ministro de Gobierno interior precisó que el perjuicio estimado podría alcanzar cifras que se cuentan en cientos de millones de dólares, sumando otros casos conexos.

Además, esta detención se da en un contexto de al menos diez comisiones investigativas activadas por el nuevo gobierno para revisar a fondo supuestos actos de corrupción durante las administraciones del MAS, en un intento declarado de “limpiar” la gestión pública y restituir la confianza ciudadana.

Reacciones encontradas: entre la justicia y la persecución política

El anuncio de la detención no pasó inadvertido en los círculos del poder y en las calles de Bolivia. Sectores opositores celebraron la medida como una victoria histórica en la lucha contra la corrupción, destacando que por primera vez un exmandatario de alto rango enfrenta cargos de esta magnitud. Voces críticas al anterior gobierno aseguraron que se trata de un paso necesario para “rendir cuentas” por decisiones que habrían afectado profundamente las finanzas estatales.

Sin embargo, entre los aliados y simpatizantes de Arce se desató un clamor de protesta y denuncia: acusaciones de persecución política y violación de garantías legales inundaron las redes sociales y las ruedas de prensa. Afirman que la detención sin notificación y en ausencia de citación previa puede marcar un precedente peligroso para la democracia boliviana en momentos de alta polarización.

Un legado bajo escrutinio y un país en tensión

Luis Arce, economista de formación y figura clave del ciclo político del MAS que se extendió por casi veinte años, dejó la Presidencia el 8 de noviembre de 2025, tras perder las elecciones frente a Rodrigo Paz. Su gestión fue un intento de equilibrar políticas sociales con la gestión económica del gas y recursos naturales, pero terminó marcada por dificultades económicas persistentes y un creciente malestar social.

Ahora, apenas semanas después de su salida del poder, Arce se encuentra enfrentando uno de los escándalos judiciales más explosivos de la historia reciente de Bolivia. Las próximas jornadas serán cruciales: la justicia boliviana está por definir si el expresidente enfrentará juicio bajo medidas cautelares, o si se presentarán cargos formales que puedan implicar penas de prisión.

Mientras tanto, la comunidad internacional observa con atención lo que muchos analistas señalan como un episodio definitorio para la joven democracia boliviana, en el que se pone a prueba no solo la justicia, sino el equilibrio entre rendición de cuentas, estabilidad política y garantías procesales.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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