
En respuesta a la reciente fuga de tres reclusos desde el complejo penitenciario de Valparaíso, el Gobierno anunció un reforzamiento inmediato de la seguridad en las cárceles del país. La medida contempla que 500 funcionarios de Gendarmería que hasta ahora cumplían tareas administrativas pasen a labores de control interno, con un plazo máximo de 24 horas para su implementación.
El anuncio fue entregado este miércoles por el ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo Falcón, quien estuvo acompañado por el subsecretario de Justicia, Ernesto Muñoz Lamartine, y el nuevo director nacional de Gendarmería, Rubén Pérez Riquelme, junto a la plana mayor de la institución.
La redistribución de personal se enmarca dentro de las 17 acciones definidas tras la evasión de los tres internos, quienes ya fueron recapturados y trasladados al Recinto Penitenciario Especial de Máxima Seguridad de Santiago. “Se instruyó al director nacional concretar esta medida en un plazo acotado de 48 horas, para garantizar un mayor control y elevar los estándares de seguridad penitenciaria”, precisó el ministro.
MODELO DE MÁXIMA SEGURIDAD SE REPLICARÁ EN REGIONES
El secretario de Estado adelantó además que el régimen aplicado en la cárcel de máxima seguridad de Santiago (caracterizado por celdas individuales, control por cámaras, visitas restringidas, limitación de encomiendas y dos horas diarias de patio) se extenderá progresivamente a otros recintos del país con módulos adaptados.
En tanto, el director nacional de Gendarmería subrayó que la gestión inmediata estará centrada en reforzar la seguridad interna, prevenir hechos de corrupción y robustecer el Plan Nacional contra el Crimen Organizado.
COLABORACIÓN INTERNACIONAL
Finalmente, se confirmó que expertos de la Unión Europea y del Banco Interamericano de Desarrollo trabajarán junto a las autoridades chilenas en la modernización del sistema de clasificación y segmentación de la población penal, con el fin de reducir riesgos y mejorar la gestión carcelaria.