
En un esfuerzo coordinado para reforzar la seguridad en los recintos penitenciarios, Gendarmería llevó a cabo un extenso operativo en ocho establecimientos del norte grande del país, incluyendo los complejos de Arica, Alto Hospicio y Antofagasta. La acción tuvo como objetivo reducir la presencia de elementos prohibidos y prevenir incidentes dentro de las cárceles.
Más de 800 funcionarios participaron en los registros y allanamientos, cubriendo además el Centro de Detención Preventiva de Calama, Taltal y Tocopilla, así como el Centro de Cumplimiento Penitenciario e incluso el Centro Penitenciario Femenino de Iquique. En total, se inspeccionó a 6.932 personas privadas de libertad.
Durante los operativos se incautaron 38 teléfonos celulares, 44 litros de licor artesanal, 952 kilogramos de drogas y 209 armas blancas. Según explicó el Ministro de Justicia y Derechos Humanos, Jaime Gajardo Falcón, “este tipo de operativos forman parte del Plan Nacional Contra el Crimen Organizado, y estamos aplicando un enfoque por zonas que permite una revisión más exhaustiva de los recintos”.
Por su parte, el Inspector Operativo (s) de Gendarmería, coronel Mario Cid Dinamarca, destacó la colaboración de los equipos especializados en estas intervenciones. “Estos allanamientos se realizaron en complejos penitenciarios estratégicos y geográficamente complejos, ubicados en el desierto. Retiramos elementos que comprometen la seguridad de los internos y de nuestros funcionarios”, indicó.
La institución señaló que, junto con estas acciones masivas, se mantiene un reforzamiento constante de la vigilancia mediante tecnologías y procedimientos preventivos diarios, asegurando una mayor capacidad de respuesta ante cualquier contingencia dentro de los recintos.