Un nuevo paso en el reconocimiento internacional de la vida consagrada se concretó esta semana con el nombramiento de la Madre Françoise Petit, H.C., como miembro del Dicasterio para los Institutos de Vida Consagrada y las Sociedades de Vida Apostólica. La decisión fue anunciada por el Papa León XIV, quien depositó en la religiosa una muestra clara de confianza.
La Superiora General de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl asumirá este cargo con el objetivo de colaborar en la orientación pastoral de las comunidades religiosas alrededor del mundo. “Este nombramiento representa un signo de reconocimiento y confianza en el carisma vicentino”, destacaron desde la congregación, que históricamente ha trabajado en la atención a los más necesitados.
Desde su nueva responsabilidad, la Madre Petit aportará su trayectoria marcada por el servicio, la vida comunitaria y la entrega misionera, sumándose al trabajo de discernimiento y acompañamiento que realiza este organismo del Vaticano. Su enfoque se basa en “la fe vivida con sencillez”, según expresó la congregación al dar a conocer la noticia.
Con este nombramiento, se fortalece el papel de las mujeres consagradas en los espacios de decisión eclesial. Desde la comunidad vicentina, se elevó una oración “para que el Espíritu Santo guíe esta nueva misión, y que su testimonio continúe iluminando a la Iglesia con la caridad evangélica que brota del corazón de San Vicente de Paúl”.
