Con la prueba presentada por la Fiscalía de Iquique en el juicio oral, el tribunal resolvió condenar al acusado A.E.M.C, chileno de 64 años de edad, a penas efectivas que suman ocho años de presidio, como autor de los delitos de violación y abuso sexual cometidos en contra de la hija de su cónyuge, que tenía entre siete y ocho años de edad al inicio de los ataques.
¿QUÉ PASÓ?
En el juicio llevado adelante por la fiscal de delitos sexuales Priscilla Silva, se acreditó que, entre el 2013 o 2014, en al menos una oportunidad, el acusado realizó acciones de significación sexual y de relevancia en contra de la víctima, que tenía entre 7 y 8 años de edad, en el domicilio que compartían en Iquique, toda vez que ella era hija de su cónyuge.
Luego del abuso sexual, el acusado amenazó con matarla a ella y a su madre si contaba algo.
Posteriormente, en abril del año 2021, en circunstancias que la víctima visitaba al acusado junto a su hermano en otro domicilio ubicado en Iquique, a lo menos en una ocasión, el acusado violó a la víctima, valiéndose de la intimidación realizada previamente en contra de ella.
EL JUICIO
En el juicio declararon la víctima y su madre, quienes explicaron el momento en que los hechos se develaron a raíz de una consulta médica y la posterior denuncia efectuada, así como los funcionarios de la Brigada de Delitos Sexuales de la Policía de Investigaciones que estuvieron a cargo de las diligencias.
La fiscal, junto a la abogada querellante del Centro de Atención a Víctimas, también presentaron los testimonios del médico legista del Servicio Médico Legal que examinó a la víctima y dio cuenta de los hallazgos físicos que confirman el ataque sexual, y del psicólogo que detalló los daños emocionales que estos hechos le provocaron.
Terminado el juicio, el tribunal resolvió condenar al acusado a las penas efectivas de cinco años y un día de presidio por el delito de violación y tres años y un día por el delito de abuso sexual.