En la celebración del Día de la Oración por Chile, que estuvo marcada por la alegría y bailes, se vivió una profunda experiencia de fe.
El evento comenzó con el descendimiento de la imagen de la Virgen del Carmen desde su camarín, un acto tradicional cargado de simbolismo y devoción.
Posteriormente, se llevó a cabo la Eucaristía, presidida por el Obispo Monseñor Obispo Monseñor Isauro Covili.
Durante su homilía, Monseñor Covili hizo un llamado a la reflexión profunda, destacando tres ejes fundamentales: la profecía, el abuso y el testimonio.
Con un tono pastoral, pero firme, recordó las palabras de advertencia del Evangelio: “Ay de aquellos que escandalizan a estos pequeños”. Este mensaje fue una denuncia clara contra los abusos, especialmente aquellos cometidos contra los más vulnerables, los niños.
Monseñor Covili subrayó la necesidad de un testimonio cristiano auténtico, en el cual nuestras acciones reflejen la verdad del Evangelio, invitando a todos los fieles a ser profetas en medio de la sociedad, a vivir con coherencia y a no permanecer indiferentes ante las injusticias.
Es esta Oración por Chile 2024 se destacó la importancia del papel de la Virgen del Carmen como protectora de Chile y modelo de fe, invitando a los asistentes a renovar su confianza en su intercesión y su compromiso con una vida cristiana comprometida.
Finalizó la Santa misa un funcionario de Carabineros del retén de La Tirana y bailarines de un grupo folclórico rindieron un esquinazo a la Carmelita.
Las bandas de bronce también participaron de esta jornada, especialmente cuando La Chinita estaba subiendo a su camarín.