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FAMILIA DE MIGRANTES BUSCA DAR UN GIRO A SU VIDA Y VIVIR EN IQUIQUE

Cientos de venezolanos tuvieron que empacar o simplemente quedarse con lo puesto tras el desalojo de Plaza Brasil, que surgió un día antes de la marcha que mostró a Iquique ante todo el país.

Lo cierto que aún en las calles y con un poco de miedo se puede apreciar a varias familias que han perdido lo poco y nada que tenían para sobrevivir en un país extraño en costumbres y que deambulan por el centro, sector costero de la ciudad.

Mauricio Crisanto Ramirez, es uno más de los venezolanos que llegaron a Chile con la idea de una mejor calidad de vida, algo que en las últimas semanas pareciera esfumarse.

En conversación con Vilas Radio 100.1 FM, el migrante que llegó hace unas semanas con todos sus papeles al día y en compañía de su esposa y cuatro hijos, manifestó sentirse apenado por lo ocurrido el fin de semana pasado y con miedo a lo que pueda suceder en un futuro.

“Nosotros llegamos hace una semana después de cumplir cuarentena y nos habíamos instalado momentáneamente en la Plaza Brasil, sólo con el fin de pasar un par de días mientras buscaba un hospedaje para mi familia y trabajo”, explica Ramirez.

El ciudadano que pese a saber las complicaciones existentes, señaló que desde hace cuatro años venía migrando desde Venezuela y no imaginó nunca verse en la calle.

“Yo partí hace cuatro años de Venezuela porque las condiciones no nos permitían vivir. Trabajé en Colombia, Ecuador y Perú. Pronto con mi familia pensamos que en Chile podía tener una mejor calidad de vida y nos encontramos con todo esto y nos queda la sensación que quizás no debíamos venir. No puedo negar que hay gente que nos apoya, porque lamentablemente en el desalojo perdimos todo, únicamente alcancé a rescatar mis papeles que están en regla, pero no he podido encontrar trabajo”, indicó el venezolano.

Asimismo, solicitó a quien pueda tender una mano y quizás un empleo lo puedan contactar, ya que “quiero quedarme en Iquique y trabajando, me gusta esta ciudad por su clima y porque mi hijo que viene en camino quiero que sea iquiqueño. Quien desee ayudarme puede contactarme al fono +51969970680 que es de mi señora, pero lo importante es que quiero surgir”, puntualizó.

El caso de Mauricio es uno más de los que se pueden contabilizar en la Región, donde el ingreso sin un control y ordenamiento tardó por parte de las autoridades.

Hoy la Plaza Brasil, que fue campamento para cientos de familia por cerca de dos años vuelve a la normalidad, donde incluso la oficina de servicios de electricidad volvió abrir y quizás también volvió la tranquilidad de los vecinos del conocido Colectivo O’Higgins.

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