La muerte de tres personas electrodependientes durante los cortes de luz en agosto ha desatado una profunda preocupación en la comunidad. El ministro de Energía, Diego Pardow, anunció que los antecedentes de estos decesos se integrarán al proceso de caducidad de la concesión de Enel. “Es un hecho trágico que no podemos pasar por alto. La falta de suministro eléctrico tuvo consecuencias fatales para estas personas que dependían de la energía para vivir”, expresó el ministro en un punto de prensa.
Pardow destacó que el proceso de caducidad está avanzando hacia la fase del informe técnico. “Estos nuevos antecedentes se sumarán a los que ya existen y son de extrema gravedad”, afirmó. Además, subrayó la importancia de abordar esta situación con el «máximo rigor posible» y sin anticipar juicios que pudieran debilitar el caso.
El ministro también hizo hincapié en que “hay una obligación legal de proveer equipos de respaldo a los pacientes electrodependientes”. Según la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC), Enel no cumplió con esta responsabilidad, ni con los tiempos de respuesta establecidos. “Tampoco se brindó la atención preferente que estas personas necesitaban en una situación de emergencia”, añadió Pardow.
La comunidad ha expresado su indignación, exigiendo respuestas y acciones concretas. “No podemos permitir que esto vuelva a suceder. Las vidas de nuestros seres queridos están en juego. La empresa debe rendir cuentas”, manifestó un familiar de una de las víctimas. El ministro concluyó asegurando que el caso tomará el tiempo necesario para garantizar que se haga justicia y se establezcan las responsabilidades pertinentes.