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ESTALLAN TENSAS PROTESTAS EN KAZAJISTÁN CONTRA EL AUMENTO DE LOS COMBUSTIBLES

Los manifestantes salieron este martes por tercer día consecutivo a las calles de Kazajistán en medio de una ira generalizada por el aumento de los precios máximos del gas licuado de petróleo (GLP).

Las manifestaciones surgieron durante el fin de semana en la ciudad de Zhanaozen en la región occidental rica en petróleo de Mangystau, y desde entonces se han extendido al centro regional de Aktau en la costa del Mar Caspio del país.

El presidente kazajo, Kassym-Jomart Tokayev, trató de calmar los ánimos ante el aumento de las protestas enviando a funcionarios y miembros de su administración a la región de Aktau.

En su cuenta de Twitter el Gobierno declaró que «La comisión tiene instrucciones de encontrar una solución mutuamente aceptable al problema que ha surgido en interés de la estabilidad de nuestro país», sin embargo, también aclaró que “los organismos encargados de hacer cumplir la ley han recibido instrucciones de garantizar que no se viole el orden público. Los manifestantes deben mostrar responsabilidad y voluntad de diálogo”.

Estas últimas declaraciones son denunciadas por los habitantes de la región que señalan que son usadas para referirse a ellos como «violentos» y habilitar de esa manera la brutal represión que viene llevando adelante el Gobierno.

Con el correr de los días las manifestaciones se han extendido a otras ciudades, así como un campamento de trabajadores utilizado por los subcontratistas del mayor productor de petróleo de Kazajistán, Tengizchevroil. Según los informes, las protestas han involucrado a miles de personas.

Los manifestantes exigen que el precio del GLP se reduzca a la mitad de los 120 tenge (0,27 dólares) por litro que cuesta con el aumento y que se suma al deterioro económico provocado por la pandemia.

Los minoristas han acordado reducir el precio, pero solo en una cuarta parte, mientras que el Gobierno ha dicho que es imposible realizar más recortes debido a los costos de producción.

La ciudad de Zhanaozen fue el escenario de las protestas más importantes que vivió el país desde la disolución de la Unión Soviética en 1991, cuando al menos 14 trabajadores petroleros en huelga fueron asesinados en 2011 por la policía que aplastó una protesta por las condiciones salariales y laborales.

El presidente Tokayev asumió el cargo en 2019, elegido personalmente como sucesor por el «líder fundador» del país de Asia central, Nursultan Nazarbayev.

Pero Nazarbayev, que tiene 81 años y gobernó Kazajstán desde 1989, conserva el control del país como presidente del consejo de seguridad y «líder de la nación», un título que le otorga privilegios únicos en la formulación de políticas, así como inmunidad judicial.

Este control político absoluto, que incluye un Parlamento que carece de oposición, junto a represión y persecución policial permanente hizo que las protestas públicas en el país sean poco comunes. A pesar de que las manifestaciones son consideradas ilegales si sus organizadores no presentan un aviso con anticipación, las actuales manifestaciones se realizan en forma espontánea desde hace tres días, enfrentando la represión policial pero también al Gobierno cansados de una situación económica y social apremiante a lo que se suma ahora el aumento de los combustibles y con él, también el aumento de los productos básicos, cuando el Fondo Monetario Internacional está exigiendo además aumentos impositivos, entre ellos el Impuesto al Valor Agregado (IVA) que se recargan sobre todos los bienes.

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