
El presidente electo, José Antonio Kast, detalló los avances de su plan «Escudo Fronterizo», una ambiciosa estrategia de seguridad nacional que entrará en vigencia el mediodía del próximo 11 de marzo. El proyecto establece que las Fuerzas Armadas y de Orden, constituidas como una Fuerza de Tarea Conjunta, asuman el control absoluto de la frontera norte. Para ello, se dispondrá el despliegue de 3.000 efectivos en turnos rotativos con bases operacionales propias, destinados a interceptar, detener y reconducir inmediatamente a cualquier migrante ilegal.
Es así como José Antonio Kast, presidente electo, señaló que “ningún ilegal volverá a cruzar nuestras fronteras impunemente. Esta barrera no es solo un muro físico, sino un mensaje claro: Chile es un país soberano y defenderemos cada metro de nuestro territorio”.
Esto se debe a que, dentro de la presentación de su plan, el presidente electo detalló que la infraestructura de blindaje total contempla la instalación de vallas de seguridad de 5 metros de altura con sensores de movimiento, complementadas con la excavación de zanjas de 4 metros de profundidad en sectores de alto tráfico migratorio. Estas medidas físicas operarán junto a cercos perimetrales electrificados, torres de vigilancia y radares térmicos. Asimismo, el sistema incluirá drones autónomos equipados con cámaras de reconocimiento facial e infrarrojos para un monitoreo ininterrumpido las 24 horas del día.
Así también el futuro mandatario enfatizó que “nuestro Gobierno dará todo el respaldo y soporte jurídico y político necesario a las FF.AA. y a las policías. La soberanía nacional no se negocia”.
El plan otorga facultades plenas a los militares para detener y expulsar extranjeros bajo el resguardo de la Justicia Militar y los ajustes legales pertinentes. Además, se implementará una franja de exclusión de 10 kilómetros en el límite fronterizo, donde cualquier persona indocumentada será automáticamente detenida. El protocolo establece el uso legítimo de la fuerza para reducir ingresos violentos, priorizando desde la primera jornada las obras en puntos críticos como Colchane y Chacalluta.







