
Con motivo de Navidad y Año Nuevo, el Cementerio Municipal de Pica mantendrá su horario habitual y sumará apertura nocturna los días 24 y 31 de diciembre, mientras que el Cementerio Municipal de Matilla funcionará únicamente en su horario normal, sin extensión horaria.
Cuando diciembre se apaga y el calendario comienza a dar sus últimos pasos, hay familias que no celebran únicamente alrededor de una mesa. En Pica y Matilla, como en muchos pueblos del norte, la Navidad y el Año Nuevo también se viven en silencio, con flores en la mano, recuerdos intactos y una conversación íntima frente a una tumba. Pensando en esas historias que no siempre se cuentan, el Cementerio Municipal de Pica volverá a abrir sus puertas más allá del día, extendiendo su horario en dos noches clave del año.
La medida, impulsada por la Ilustre Municipalidad de Pica, busca facilitar la visita de quienes mantienen viva la tradición de despedir el año junto a sus seres queridos fallecidos. Así, los días 24 y 31 de diciembre, el camposanto de Pica funcionará en su horario habitual de 08:30 a 18:00 horas, y además contará con una apertura nocturna especial entre las 22:30 y la 01:00 horas, permitiendo que las familias puedan acudir después de las celebraciones o antes del cambio de año.
En tanto, los días 25 de diciembre y 1 de enero, el recinto mantendrá exclusivamente su horario normal, sin extensión nocturna, resguardando el orden y la seguridad del lugar.

Matilla: recogimiento en horario tradicional
El Cementerio Municipal de Matilla, por su parte, mantendrá un funcionamiento más acotado. Durante las mismas fechas —24, 25, 31 de diciembre y 1 de enero— el recinto atenderá únicamente en su horario habitual, de 08:30 a 18:00 horas, sin contemplar apertura nocturna. Una decisión que apunta a preservar el carácter tranquilo y tradicional de este espacio patrimonial de la comuna.
Normas claras para un espacio sagrado
Desde el municipio se reiteró el llamado al respeto y al autocuidado durante las visitas. Está estrictamente prohibido encender fuego, velas o realizar quemas al interior de los cementerios, debido al riesgo que esto implica. Asimismo, no se permite el ingreso ni consumo de bebidas alcohólicas, recordando que se trata de recintos municipales destinados al recogimiento y la memoria.
Estas disposiciones buscan no solo prevenir emergencias, sino también asegurar que cada visita se realice en un ambiente de tranquilidad, respeto y seguridad para todas las personas.
Un ritual que persiste
En Pica, la apertura nocturna del cementerio se ha transformado con los años en un gesto profundamente simbólico. No es solo una ampliación horaria: es el reconocimiento de una costumbre arraigada, donde la despedida del año se mezcla con la nostalgia, la gratitud y el diálogo silencioso con quienes ya no están.
Mientras algunos esperan el brindis mirando el reloj, otros miran al cielo desde una lápida. Y en esas horas en que el pueblo baja el ritmo y la noche envuelve al oasis, el cementerio se convierte en un punto de encuentro entre el pasado y el presente.
Porque en estas fechas, recordar también es una forma de celebrar.







