
Este lunes pasadas las 19:00 horas se dio inicio oficial a la Fiesta Patronal de San Lorenzo en el Pueblo de Tarapacá, comuna de Huara instancia que fue marcada por la alegría y devoción al mártir y patrono. Actividades comenzaron con la incensación de las cruces decoradas por los fieles, ubicadas en la Cruz del Calvario y el atrio del templo parroquial.
De este modo, la ceremonia que fue presidida por el Obispo de Iquique, monseñor Isauro Covili, comenzó en el sector de la Cruz del Calvario del pueblo, con una procesión acompañado de las sociedades religiosas, los equipos de servicio, pastoral, los consagrados y fieles que participarán durante estos días de fiesta que se enmarcan en el tiempo del Año Jubilar que vive la Iglesia Católica.
Una vez que llegaron hasta las puertas del templo, el obispo de Iquique incensó el umbral y en un gesto simbólico, golpeó las puertas. Al abrirse, se escucharon vítores y cantos, señal inequívoca de que la fiesta había comenzado.
Con ello monseñor Covili celebró la eucaristía concelebrada por el padre Benito Tapia Espinoza, párroco, y el padre Wilson Cuello Barraza, vicario parroquial, acompañados por diáconos. Durante la homilía, destacó el valor de la alegría como fruto de la fe y expresión profunda del alma renovada.
Así también señaló que “la alegría de San Lorenzo inspira y sostiene el peregrinaje de cada uno. Contemplando su vida entregada, somos llamados también a donar la nuestra con generosidad, descentrándonos de nosotros mismos para orientarnos hacia Dios y el prójimo”.
El pastor diocesano invitó a los fieles a que esta fiesta sea una oportunidad de conversión y esperanza para todos quienes peregrinan hasta este santuario. “San Lorenzo, con su vida de servicio y martirio, nos muestra que cuando nos reservamos y no nos entregamos, nos alejamos de la voluntad de Dios. Pero si contemplamos su ejemplo y miramos el corazón, podemos reorientar nuestra vida”.
Antes de concluir la misa, el párroco, padre Benito Tapia, agradeció a todas las personas que están sirviendo, “Gracias por hacer que esta fiesta sea tan bella, por su entrega silenciosa y generosa”.
Posteriormente, pasada la medianoche, los bailes religiosos comenzaron a realizar sus entradas, los primeros y como ya es tradición, fue la Diablada de los Devotos, para luego dar paso a la agrupación de bailes religiosos.