EN PERÚ DECLARAN AL TREN DE ARAGUA COMO “EL ENEMIGO NÚMERO UNO” DE SU SOCIEDAD
El Tren de Aragua, banda de crimen organizado originaria de Venezuela, ha sido declarado como el «enemigo número uno» por las autoridades de Perú. Así lo aseguró este miércoles Gustavo Adrianzén, presidente del Consejo de Ministros de la nación vecina.
Adrianzén llegó hasta el Congreso de ese país para dar su discurso de investidura y «solicitar su confianza», un acto obligatorio para cada nuevo gabinete que se conforma. En la instancia, aseguró que continuarán los esfuerzos para liquidar al peligroso grupo delictual.
¿Qué dijo el presidente del Consejo de Ministros de Perú?
En detalle, abordó lo que es el Grupo Especial contra el Crimen Organizado (Grecco), cuyo fin es «eliminar a la organización criminal transnacional denominada Tren de Aragua y sus facciones, que constituyen en este momento el enemigo número uno de nuestra sociedad».
El presidente del consejo ministerial sostuvo que para eso se llevarán a cabo «operaciones especiales a nivel nacional para desarticular sus redes periféricas y todas las bandas y organizaciones dedicadas a cometer los delitos de extorsión, secuestro, sicariato, tráfico ilícito de armas y robo agravado, entre otros».
Con todo, mencionó que desde el gobierno crearon la División de Investigación de Delitos Transnacionales «como una acción concreta para la reducción de la inseguridad ciudadana», la que estará conformada por 300 efectivos de élite.
Esta unidad «trabajará estrechamente con el Departamento de Seguridad de Estados Unidos, que se encargará además de la capacitación de estos 300 agentes», dijo.
Los tentáculos del Tren de Aragua avanzan por el continente
El Tren de Aragua, nacido en la cárcel de Tocorón, ha logrado expandir sus tentáculos por gran parte de Latinoamérica, siguiendo y aprovechándose de la ruta terrestre que realizan los migrantes más vulnerables. Según información de policías de diversos países, la banda transnacional se dedica a al menos 20 delitos.
Extorsiones, secuestros, robos, estafas, homicidios, sicariatos, narcotráfico, lavado de dinero y venta de armas son algunos de estos. Sin embargo, sus mayores réditos los obtienen de la trata de personas para fines de explotación sexual y el tráfico de migrantes, principalmente de sus mismos connacionales.
