
Mientras Chile aún dormía y los vocales de mesa comenzaban recién a preparar urnas y papeletas, la segunda vuelta presidencial ya estaba en marcha al otro lado del mundo. A miles de kilómetros del territorio nacional, y bajo cielos que amanecen antes que en Santiago, el voto chileno en el extranjero abrió el balotaje presidencial 2025 con una señal clara: Jeannette Jara se impuso en los primeros resultados preliminares provenientes de Asia y Oceanía, marcando ventaja frente a José Antonio Kast en países donde el proceso electoral se adelantó por la diferencia horaria.
El reloj global de la democracia chilena
El calendario electoral chileno no se detiene en las fronteras. Por el contrario, se despliega como un mapa vivo que avanza de oriente a occidente. Así, Nueva Zelanda fue el primer país en cerrar su jornada, convirtiéndose, una vez más, en el punto de partida simbólico de una elección nacional. Allí, en las mesas habilitadas en Auckland y Wellington, la candidata oficialista obtuvo 814 votos, superando con holgura a José Antonio Kast, quien alcanzó 349 preferencias. El escrutinio registró además 4 votos en blanco y 18 sufragios nulos, cifras que reflejan una participación activa y ordenada.
Ese primer resultado no fue un hecho aislado, sino el inicio de una tendencia que se replicó horas más tarde en otros puntos del mundo.
Australia confirma la ventaja
Con el cierre de mesas en Australia, el patrón se reafirmó. En los locales de Melbourne, Canberra y Sídney, Jeannette Jara volvió a liderar el conteo preliminar con 2.139 votos, mientras que José Antonio Kast sumó 1.184 preferencias. La diferencia, consistente y clara, reforzó la lectura inicial: la candidata oficialista concentra mayor respaldo entre los electores chilenos residentes en esta parte del mundo.
Asia también se inclina por Jara
La secuencia continuó en Corea del Sur, donde el resultado fue más acotado en volumen, pero igualmente nítido en tendencia. Allí, Jara obtuvo 78 votos, frente a los 28 logrados por Kast. En Japón, en tanto, el conteo preliminar arrojó 142 votos para la candidata oficialista y 67 para el abanderado republicano, además de 5 votos nulos y 1 en blanco.
Son cifras pequeñas en relación al padrón nacional, pero políticamente significativas: marcan el primer pulso electoral de la jornada y entregan una señal temprana sobre el comportamiento del voto chileno en el exterior.
Quiénes votan y cómo se contabiliza
El voto en el extranjero forma parte del proceso oficial organizado por el Servicio Electoral (Servel) y está reservado exclusivamente para quienes se encuentran inscritos en el padrón electoral internacional. Las mesas se habilitan en consulados y locales definidos previamente, y su cierre se realiza de manera escalonada conforme avanza el huso horario.
Los resultados conocidos hasta ahora corresponden a escrutinios preliminares, sin carácter definitivo. El Servel irá consolidando las cifras oficiales a medida que se cierren las mesas en los distintos países, para luego integrarlas al cómputo general junto con los votos emitidos dentro del territorio nacional.
Un anticipo simbólico, no decisivo
Aunque el peso numérico del voto en el extranjero es limitado frente al total del padrón chileno, su valor simbólico es innegable. Es el primer reflejo concreto de una elección que recién comienza, una suerte de prólogo electoral que instala clima, tendencia y relato antes de que Chile entre de lleno en su propia jornada de votación.
Cuando en Chile aún se ajustaban urnas y se revisaban padrones, en Auckland, Sídney y Tokio ya se contaban votos chilenos. Lejos del país, pero cerca de la decisión, miles de compatriotas marcaron su preferencia y enviaron, a través del océano y el huso horario, el primer mensaje del día: la segunda vuelta presidencial ya tiene voz, y esa voz comenzó hablando desde el extranjero. El desenlace, sin embargo, todavía espera en casa.







