
La emergencia ha generado una extensa nube de humo sobre Santiago y mantiene cerrados los parques de la precordillera, luego que se confirmara que colillas de cigarro podrían estar detrás del incendio que ya consumió más de 800 hectáreas.
Un manto de fuego avanzó como bestia indomable por los cerros orientales de la Región Metropolitana, devorando cerros, vegetación y paisajes que miles de santiaguinos ven cada día desde las ventanas de su casa. Desde la tarde del lunes 29 de diciembre de 2025, el incendio forestal que azota el sector de San Carlos de Apoquindo, en la comuna de Las Condes, ha dejado una huella negra de más de 800 hectáreas consumidas, una columna de humo que se ha sentido desde distintos puntos de Santiago y escenas de lucha encarnizada entre brigadistas, bomberos, aeronaves y maquinaria pesada para contener el avance de las llamas.
Un fuego que comenzó tranquilo y se transformó en gigante
Lo que comenzó como un foco aislado, se transformó rápidamente en uno de los incendios forestales más extensos de la temporada en la capital. El siniestro, denominado “Plaza Sur” por las autoridades de Conaf, se desató en la ladera del Parque San Carlos de Apoquindo y se propagó con voracidad, multiplicando sus frentes y desafiando a quienes lo combaten desde tierra y aire.
Brigadas de la Corporación Nacional Forestal (Conaf), voluntarios del Cuerpo de Bomberos, unidades especializadas, además de apoyo aéreo con helicópteros, aviones cisterna y aviones de coordinación, han trabajado sin descanso para reducir el avance de las llamas que queman pastizales, matorrales y arboleda seca con gran rapidez.
“El incendio está activo en todos sus sectores, pero ya se logró confinar parte del frente sur y se hicieron cortafuegos para evitar su ingreso a zonas urbanas”, explicaron las autoridades técnicas.
Humo sobre Santiago y alerta comunitaria
Desde temprano este martes, el humo grueso se elevó como una nube gris sobre la ciudad, obligando incluso al Ministerio de Salud a recordar las precauciones para personas con problemas respiratorios, adultos mayores y niños, ante la presencia del humo en el aire santiaguino.
Mientras las llamas rugían, el ministro del Interior, Álvaro Elizalde, confirmó que este incendio en Las Condes es uno de los más extensos del país y enfatizó que en su punto más alto llegó a estar a solo 200 metros de la zona urbana, lo que podría haber desencadenado una tragedia mayor si no se hubieran desplegado cortafuegos estratégicos y recursos de emergencia de inmediato.
El origen: colillas de cigarro bajo investigación
En medio de la emergencia, surgió un elemento inesperado que podría cambiar el rumbo de las responsabilidades: el hallazgo de colillas de cigarro en el lugar donde se habría iniciado el fuego. La Asociación de Municipalidades Parque Cordillera, entidad que administra el Parque San Carlos de Apoquindo, informó que estas colillas fueron encontradas en una zona intervenida por una empresa contratista externa, lo que ha motivado la apertura de una investigación por parte de la Policía de Investigaciones (PDI) y el anuncio de una querella criminal por presunta negligencia e incendio forestal.
La presencia de desechos de cigarro en un ecosistema tan seco y proclive al fuego levanta preguntas incómodas: ¿fue un descuido humano la chispa que desató este infierno? ¿Se podrá establecer responsabilidad penal por ello? Las autoridades y la PDI trabajan para esclarecer el origen exacto del siniestro.
Batallas encendidas en quebradas y riesgos naturales
El combate al incendio no se limita al terreno descubierto: uno de los frentes que más preocupa a Conaf y a Bomberos es el avance hacia la Quebrada Aguas de Ramón, un cauce natural que no solo tiene valor ambiental, sino que también podría complicar el combate si el fuego encuentra combustible en sus laderas.
Los equipos trabajan para contener la propagación hacia esa área, conscientes de que un cambio de viento o un aumento de temperatura puede reactivar los puntos calientes. La presencia de viento y condiciones climáticas secas son factores que pueden tanto ayudar como dificultar las labores, dependiendo de cómo evolucionen en las próximas horas.
Cierre de parques y recomendaciones a la comunidad
Como medida de seguridad y para facilitar las labores de combate, los diez parques que conforman la Asociación Parque Cordillera permanecen cerrados, y se ha pedido a la comunidad que no se acerque a los sectores afectados, tanto para proteger a las personas como para evitar entorpecer a los equipos de emergencia.
Las autoridades reiteran la necesidad de actuar con precaución en temporadas de riesgo, especialmente durante este verano, cuando el calor y la sequedad son armas silenciosas que facilitan la ignición y la propagación del fuego.
Una tragedia ecológica que queda grabada en Santiago
Más allá de las cifras —las 800 hectáreas consumidas, los recursos movilizados, el humo en el aire— este incendio representa un golpe doloroso a uno de los pulmones vegetales de la capital y a un paisaje natural que ha sido refugio de biodiversidad y esparcimiento para miles de santiaguinos. La receta del desastre parece haber sido simple: calor, descuido y vegetación seca esperando una chispa.
Con la investigación en marcha y la querella anunciada, las últimas palabras de esta historia quedan en manos de la justicia y de quienes, con medidas preventivas más estrictas, podrían evitar que otro incendio forestal vuelva a convertir cerros vivos en tierras carbonizadas.
San Carlos de Apoquindo aún humea. Santiago lo siente en el aire. Y las preguntas por el origen del fuego siguen ardiendo.







