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“EL PRESUPUESTO QUE VOLVIÓ A ESCUCHAR A LA GENTE”: GOBIERNO REPONE SUBSIDIOS HABITACIONALES TRAS FUERTE PRESIÓN DEL CONGRESO

El Gobierno dio marcha atrás y aumentó de 25 mil a 40 mil los subsidios DS49, tras las críticas de parlamentarios y candidatos que denunciaron un recorte que afectaba directamente a las familias más vulnerables. La medida busca destrabar la discusión del Presupuesto 2026 y responder al clamor por el derecho a la vivienda digna.

El ruido comenzó en los pasillos del Congreso. Eran murmullos de molestia, advertencias, promesas rotas. “¿Cómo se reduce a la mitad el sueño de la casa propia?”, repetían diputados y senadores de todos los colores políticos. Y fue tal la presión que el Gobierno no tuvo más alternativa que retroceder. En una maniobra nocturna, el Ministerio de Hacienda ingresó una indicación que cambia el rumbo del Presupuesto 2026: los subsidios DS49 —dirigidos a familias de menores recursos— aumentarán de 25 mil a 40 mil, tras una ola de críticas que amenazaba con trabar toda la discusión presupuestaria.

La cifra no es menor. Detrás de cada subsidio hay una historia de esfuerzo, una carpeta con fotos de terrenos, una familia que ahorra peso a peso esperando la promesa del Estado, pero en la primera propuesta de presupuesto, ese sueño parecía desvanecerse: el recorte del 50% en los fondos para el programa Fondo Solidario de Elección de Vivienda (DS49) provocó un verdadero temblor político y social.

De 50 mil a 25 mil subsidios: la chispa que encendió el conflicto

El debate comenzó cuando se reveló que el presupuesto 2026 solo contemplaba 25 mil subsidios DS49, la mitad de los entregados en años anteriores. La noticia cayó como un balde de agua fría, especialmente en medio del déficit habitacional que supera las 600 mil viviendas a nivel nacional.

Los reclamos no tardaron. Desde la oposición hasta figuras del propio oficialismo alzaron la voz. Incluso candidatos presidenciales criticaron la reducción, calificándola como una “falla ética” del Estado frente a los más vulnerables.

Entre las más duras estuvo Jeannette Jara, abanderada del oficialismo y la DC, quien exigió “reponer los subsidios del Decreto Supremo 49, de 25 mil a 50 mil, como mínimo”. Según la exministra, la reducción amenazaba directamente la meta del gobierno de construir 260 mil viviendas al 2026.

El mensaje del Congreso: “No se puede ajustar el bolsillo de los más pobres”

Las bancadas opositoras, agrupadas en Chile Vamos, presentaron una minuta con 11 exigencias al Ejecutivo para destrabar el debate presupuestario. Una de ellas era clara: revertir la disminución del DS49, señalando que “no puede recaer el ajuste financiero sobre los sectores de menores ingresos”.

El documento advertía que “la continuidad y el alcance de la política habitacional futura se veían seriamente comprometidos”, e instaba al gobierno a reasignar fondos dentro del propio Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) o, si era necesario, suplementar recursos adicionales.

El mensaje fue transversal y contundente: el Parlamento no aprobaría un presupuesto que castigara a las familias más vulnerables del país.

La noche del giro: cuando el gobierno escuchó

La respuesta del Ejecutivo llegó la noche del miércoles. Casi en silencio, el Gobierno ingresó una indicación complementaria al Presupuesto 2026, restableciendo la cifra de subsidios DS49 a 40 mil unidades.

El cambio fue interpretado como una señal de apertura y autocrítica. “Escuchamos las observaciones del Congreso y de las familias”, comentaron desde La Moneda. “El compromiso con la vivienda digna sigue siendo prioridad del Estado”.

El gesto calmó los ánimos, aunque no del todo. En la oposición recalcaron que aún falta recuperar los niveles de inversión previos a 2024, y que el déficit habitacional sigue siendo un desafío mayúsculo.

El DS49: más que un número, una promesa social

El Decreto Supremo 49 es el corazón de la política habitacional solidaria del país. Permite a familias sin casa propia acceder a una vivienda sin deuda hipotecaria, ya sea mediante proyectos del Serviu o la compra directa de propiedades.

Está destinado al 40% de los hogares más vulnerables, y en comunas como Iquique, Alto Hospicio o Pozo Almonte, representa la única oportunidad de acceder a una vivienda digna.

Cada recorte presupuestario, por lo tanto, no solo reduce cifras, sino que aplaza sueños. En palabras de un dirigente vecinal de Iquique: “Cuando se bajan los subsidios, no son números los que desaparecen, son familias que siguen esperando con la maleta lista”.

Entre la política y la esperanza

Con la reposición del DS49 a 40 mil subsidios, el Gobierno busca recomponer confianzas y calmar la tensión parlamentaria. Sin embargo, los desafíos siguen siendo enormes.

Chile enfrenta una crisis habitacional estructural, con precios de terrenos disparados, sobrecostos de materiales y demoras en la ejecución de proyectos. Por eso, los parlamentarios insisten en que el Presupuesto 2026 debe ir más allá de una corrección puntual: debe garantizar una estrategia sostenida de acceso a vivienda.

Mientras tanto, las familias siguen esperando —algunas con carpetas polvorientas en sus manos— que esta vez, el presupuesto no sea solo una cifra en un papel, sino la llave que finalmente abra la puerta de su hogar.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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