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EL ÓRGANO QUE NUNCA DESPEGÓ: NIÑA PIERDE OPORTUNIDAD DE TRASPLANTE POR FALTA DE AVIÓN EN CHILE

Un gesto que nacía del dolor más profundo —donar órganos tras perder a una hija— terminó convertido en una historia de frustración y preguntas sin respuesta que sacude al sistema de salud chileno.

El hígado donado por una niña de 5 años que falleció en Talcahuano no llegó a destino para salvar la vida de una pequeña de Santiago, simplemente porque no hubo aeronave disponible para trasladarlo en el tiempo que el órgano puede sobrevivir fuera del cuerpo humano. Una decisión logística —o la falta de ella— se llevó una oportunidad crucial de salvar una vida.

Una donación con destino truncado

El miércoles pasado en el Hospital Las Higueras de Talcahuano, un equipo médico realizó la procuración del hígado de una niña de 5 años que estaba con muerte cerebral y cuyo órgano era compatible con una menor de 2 años en Santiago que sufría del grave síndrome de Alagille, una enfermedad hepática que la mantenía en la pos. 7 de la lista de espera de trasplantes.

La noticia de esta donación fue inicialmente recibida con esperanza: por primera vez desde que comenzó su lucha por sobrevivir, la familia de la niña en Santiago escuchó que había un hígado compatible. Pero esa luz pasó de esperanza a angustia cuando la logística falló.

Una carrera contra el reloj que terminó en silencio

Desde la Coordinadora Central de Gestión de Trasplantes del Ministerio de Salud informaron que, tras la procuración al mediodía del miércoles, se buscó primero un vuelo comercial para llevar el órgano desde el Biobío hacia la Región Metropolitana dentro de la ventana de vida limitada —aproximadamente 12 horas— que puede soportar un hígado fuera del cuerpo.

Al no encontrar asientos disponibles, se activó el protocolo con Senapred para solicitar apoyo a través de aeronaves oficiales. Para esto, la Dirección Nacional de Senapred gestionó la solicitud con el Estado Mayor Conjunto, organismo que coordina los recursos aéreos de las Fuerzas Armadas, pero la única aeronave disponible estaba programada para volar a las 05:00 de la mañana siguiente, muy después del límite de tiempo de conservación del órgano, fijado en la medianoche del mismo día en que fue obtenido.

Ni vuelos comerciales, ni helicópteros de emergencia, ni medios alternativos pudieron concretarse a tiempo. El hígado expiró sin siquiera emprender el vuelo.

Un doble dolor: pérdida y frustración

La niña en Santiago, que vivió semanas enteras con la esperanza de que este hígado cambiaría su vida, sigue en la lista de espera, aislada para protegerse de infecciones, a la espera de una nueva oportunidad que puede tardar años en llegar. Su padre, visiblemente dolido, relató que la familia esperaba hasta las 2 de la mañana en el Hospital Luis Calvo Mackenna, donde se realizaría el trasplante, cuando les informaron que no sería posible por una falla logística. El alivio se transformó en rabia y pena por la forma en que se derrumbó una esperanza frágil pero real.

“Sabíamos que recibir un órgano compatible y que estuviera disponible era algo difícil… pero enterarnos de que todo se vino abajo por la falta de una aeronave, habiendo vidas y recursos comprometidos, es devastador”, declaró el padre durante la madrugada de frustración y espera.

Silencio oficial y versiones encontradas

El Hospital Las Higueras no realizó declaraciones públicas más allá de afirmar que, desde el punto de vista clínico y logístico, se hicieron todos los esfuerzos posibles para respetar los protocolos establecidos.

Por su parte, el Servicio de Salud de Talcahuano emitió un comunicado en que destacó que la donación permitió salvar a dos personas con otros órganos que sí se pudieron trasplantar, pero evadió cualquier explicación directa sobre la pérdida del hígado ni asumió responsabilidad por la falla en el transporte.

La situación ha abierto un debate sobre la eficiencia en la coordinación interinstitucional, el uso de recursos públicos para traslados críticos de órganos, y la necesidad de protocolos de emergencia más contundentes para garantizar que donaciones tan costosas en esfuerzo humano y científico no se pierdan por razones logísticas.

Un sistema en la cuerda floja

Chile tiene una larga lista de pacientes esperando órganos y tejidos, con cientos de personas en lista de espera, entre ellos muchos que dependen de trasplantes para sobrevivir. Aunque la tasa de donación en el país es razonable en comparación con otros países de la región, la gestión del traslado en momentos críticos sigue siendo un punto débil, como lo demuestra este caso reciente.

La falta de una aeronave no fue solo un problema técnico: fue una falla que convirtió la generosidad suprema de una familia en una tragedia doble, y dejó a otra familia en un limbo de espera y decepción.

Mientras los responsables analizan el caso y reúnen antecedentes, preguntas esenciales siguen pendientes: ¿Hubo opciones que no se exploraron? ¿Se priorizó adecuadamente el traslado de un órgano tan delicado? ¿Qué pasa cuando un sistema falla justamente cuando la vida de un niño pende de un vuelo?

Esa es una respuesta que muchas familias —y muchas otras vidas en espera— esperan con urgencia.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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