
Deportes Iquique vivirá una experiencia inolvidable este jueves cuando salte al césped del mítico Estadio Mineirao, en Belo Horizonte, para enfrentar a Atlético Mineiro por Copa Sudamericana. El recinto no solo es uno de los templos del fútbol brasileño, sino que también guarda recuerdos imborrables para la Roja, como el dramático partido ante Brasil en el Mundial de 2014, donde el equipo nacional cayó en octavos de final por penales.
A pesar de su prestigio y capacidad para más de 61 mil espectadores, el duelo se jugará a puertas cerradas. Esto, debido a una sanción que impide al conjunto brasileño contar con público en su casa. Una postal llamativa para un escenario que ha sido protagonista de momentos trascendentales en la historia del fútbol mundial.
El Mineirao fue testigo de la histórica derrota de Brasil 1-7 ante Alemania, una de las caídas más recordadas en la historia del balompié. También albergó finales de la Copa Libertadores, como la de 2009 entre Cruzeiro y Estudiantes de La Plata, o la recordada consagración de Atlético Mineiro en 2013. Además, ha sido sede de clásicos y batallas sudamericanas memorables, consolidando su estatus como uno de los grandes estadios del continente.
Este coloso de más de cinco décadas de historia recibirá ahora a Iquique, que jugará por primera vez en un escenario de talla mundial. Aunque no haya hinchas en las gradas, el simbolismo de esta cancha pesa. Para el equipo chileno, será una oportunidad única de medirse en un terreno cargado de leyenda, donde el fútbol ha escrito algunas de sus páginas más intensas.