
La Contraloría General de la República (CGR) aprobó la resolución que permite distribuir alimentación enteral gratuita a pacientes con requerimientos nutricionales especiales en todo el país. En total, 32 instituciones públicas de salud serán abastecidas con fórmulas médicas elaboradas por proveedores especializados.
En un país donde el alimento puede ser una medicina, la Contraloría General de la República dio un paso clave: autorizó oficialmente la entrega gratuita de alimentación especial a pacientes con requerimientos nutricionales complejos. Una resolución que, más allá de los tecnicismos, significa alivio para miles de familias que dependen de estas fórmulas para mantener con vida a sus seres queridos.
La toma de razón de la Resolución N°38 del año 2025, emitida por la Dirección de Compras y Contratación Pública, quedó sellada el pasado 6 de noviembre, marcando el inicio de una nueva etapa en el sistema público de salud. Con esta aprobación, se adjudicó el contrato de suministro de alimentación enteral —una fórmula líquida especialmente diseñada para quienes no pueden ingerir alimentos por vía oral— a diversos proveedores especializados del país.
En palabras simples: Chile se prepara para abastecer a 32 instituciones públicas de salud, desde hospitales regionales hasta centros de atención primaria, con productos que no solo alimentan, sino que literalmente mantienen la vida.
Una red invisible, pero vital
Detrás de esta medida hay una red silenciosa de médicos, nutricionistas, enfermeras y técnicos que ven a diario cómo la falta de un suministro oportuno puede marcar la diferencia entre la recuperación y la recaída. La alimentación enteral es un tratamiento médico esencial para personas con enfermedades neurológicas, oncológicas, digestivas o que, por alguna intervención o accidente, no pueden recibir su nutrición habitual.
Por eso, esta resolución no es una simple formalidad administrativa. Es la garantía de que las despensas hospitalarias no se quedarán vacías, que los tubos de alimentación seguirán funcionando, y que las familias podrán respirar con un poco más de tranquilidad.
Un proceso riguroso y nacional
El proceso de adjudicación contempló criterios técnicos de calidad, distribución y trazabilidad, priorizando proveedores con experiencia comprobada en fórmulas enterales y suplementos especializados. La red de 32 servicios de salud beneficiados abarca establecimientos de norte a sur, asegurando que ningún paciente con requerimientos nutricionales especiales quede desabastecido.
En esta nueva licitación, el Estado refuerza su compromiso no solo con el derecho a la salud, sino también con la dignidad humana. Porque alimentar a quienes no pueden hacerlo por sí mismos no es un favor: es un deber que el país vuelve a asumir con responsabilidad.
La esperanza en una fórmula
Para muchos pacientes, esta resolución significa continuidad. Significa saber que la próxima dosis de su fórmula —esa que reemplaza lo que el cuerpo no puede procesar por sí solo— llegará a tiempo. En cada caja y cada botella de suplemento nutricional viaja un pedazo de esperanza estatal, una promesa hecha política pública.
En tiempos donde los titulares se los lleva la contingencia, esta noticia devuelve el foco a lo esencial: nadie debería quedar sin alimento por una condición médica. La burocracia, esta vez, se movió para nutrir la vida.







