
Con 89 años de vida y cuatro décadas de trabajo, Estefanía Castro vivió uno de los momentos más desgarradores de su vida. Mientras vendía sus ricos y heladitos jugos de mote con huesillo en el Pueblo de La Tirana, unos delincuentes le robaron todos sus implementos de trabajo, desde su carrito hasta su silla de ruedas.
Es la triste historia que hoy está viviendo Estefanía Castro que, lejos de pedir ayuda para reponerlo, solo quiere que más personas conozcan y compren sus productos.
Actualmente, atiende de lunes a viernes, desde las 08:00 hasta las 16:00 horas, a un costado de la Plaza Prat. Quienes la visiten no solo podrán disfrutar de un sabor tradicional, sino también apoyar a una mujer que, a sus 89 años (o quizás más), sigue luchando por mantenerse activa y compartir su receta con la comunidad.
“Yo vendo barato, mil pesos un mote con huesillo y el mote más una empanadita, las dos cosas las vendo en dos mil”, comenta con humildad y esperanza.
A pesar de que su cédula indica que tiene 89 años, Estefanía recuerda que fue inscrita en el Registro Civil cuando tenía cerca de 8 años, por lo que su verdadera edad sería incluso mayor.
Hoy, su mayor deseo no es recuperar lo que perdió, sino que su historia llegue a más personas para que se acerquen a probar sus preparaciones, apoyando así a una mujer que, con más de ocho décadas de vida, sigue de pie frente a las adversidades, con una sonrisa y el corazón lleno de gratitud hacia quienes la visitan.