
Entre el 2 y el 5 de septiembre, el Ejército de Chile ejecutó el ejercicio COMMEX “Camanchaca”, una maniobra que pone a prueba las comunicaciones tácticas y la interoperabilidad de sus unidades desplegadas en Arica, Iquique, Antofagasta, Putre y Peldehue.
En pleno desierto del norte y bajo condiciones similares a las de un escenario real de operaciones, la División de Telecomunicaciones (DIVTEL), lidera un ejercicio que busca más que entrenar: se trata de medir la capacidad efectiva de mando, control y coordinación de las fuerzas en terreno a través del sistema STOMT-Baquedano, una herramienta de comunicación táctica que permite transmitir datos y órdenes en tiempo real entre distintos niveles de mando.
Una evaluación de alto nivel
El Coronel Javier Riquelme O., director del ejercicio, explicó que la finalidad es “obtener un diagnóstico preciso sobre el nivel de conocimiento técnico del personal, así como detectar brechas en mantenimiento y preparación operativa”. La maniobra, agregó, es parte de un proceso de mejora continua que busca asegurar la resiliencia y eficiencia de las comunicaciones militares en un contexto de combate moderno.
El despliegue considera Puestos de Mando de la I y VI División de Ejército, junto a la Brigada de Operaciones Especiales “Lautaro”, que opera bajo el Comando de Operaciones Especiales. Estos centros fueron instalados estratégicamente en guarniciones de cinco ciudades, simulando un entorno de múltiples frentes y distancias, lo que permite medir la capacidad de coordinación a gran escala.
Observadores en terreno y nueva herramienta de análisis
El entrenamiento está siendo monitoreado por personal de la Jefatura de Telecomunicaciones de Campaña (JETEC), responsables de evaluar en tiempo real el rendimiento de los puestos de mando. La supervisión directa busca levantar datos verificables que luego alimentarán un sistema de análisis especialmente desarrollado para esta maniobra.
El Mayor Diego Muñoz D., jefe de la célula de evaluación, destacó que esta herramienta tecnológica permitirá “integrar con mayor rapidez la información recogida en terreno, desde el funcionamiento de los sistemas de radio hasta las redes de datos seguras, entregando un panorama claro y objetivo de fortalezas y aspectos a perfeccionar”.
Tecnología con visión de futuro
El sistema STOMT-Baquedano, basado en la plataforma Torch, es descrito por especialistas como el núcleo de la comunicación táctica moderna del Ejército. Su diseño modular y su capacidad de adaptarse a distintos escenarios permiten ampliar sus prestaciones a medida que evoluciona el entorno tecnológico y operacional.
Con este ejercicio, el Ejército busca no solo evaluar el presente, sino también proyectar la interoperabilidad de sus fuerzas para escenarios más exigentes, donde la comunicación segura y la velocidad en la toma de decisiones son factores decisivos.
Un paso más hacia la resiliencia táctica
El ejercicio “Camanchaca” se enmarca dentro de una política institucional de constante perfeccionamiento de capacidades, donde la tecnología, la preparación del personal y la identificación de brechas forman parte de un engranaje que apunta a consolidar a las telecomunicaciones militares como un pilar de la defensa nacional.