
La jornada de este martes, los diputados oficialistas Tomás Hirsch y Ana María Gazmuri (AH) presentaron un proyecto de ley para prohibir el uso del nombre de Augusto Pinochet en todo el territorio nacional.
La iniciativa, que contiene un solo artículo señala: “Prohíbase en todo el territorio nacional el uso del nombre completo o una parte de este del Dictador Augusto Pinochet Ugarte para nombrar avenidas, calles, pasajes, plazas, plazuelas o cualquier tipo de equipamiento público, como también para nombrar edificaciones públicas y monumentos públicos. Cualquier acto de la administración, ya sea a nivel central, regional o municipal, que exalte o rinda homenaje a la figura del dictador Augusto Pinochet Ugarte, será nula de pleno derecho”.
Al respecto, Tomás Hirsch, diputado por el Distrito 11 y autor de la iniciativa, expresó que, “estamos hablando de alguien que fue un dictador, que violó sistemáticamente los derechos humanos, y eso está constatado en documentos oficiales en nuestro país».
“Por lo tanto, ponerle su nombre a algún espacio público, evidentemente es revictimizar a quienes sufrieron las diversas violaciones de derechos humanos: miles de detenidos desaparecidos, ejecutados políticos, exiliados, torturados, exonerados políticos”, agregó.
El proyecto surgió en respuesta a la iniciativa del concejal de Las Condes, Leonardo Prat (Independiente-Republicano), quien sugirió renombrar una calle, plaza o avenida de la comuna en honor a Pinochet.
Esta idea ya había sido aprobada por el concejo municipal en 2006. “No tenía idea de que ya se había aprobado. Lo saqué a colación por una comparación de lo que significaba hacerlo de Sebastián Piñera (…). Ambos tienen las mismas luces y sombras”, dijo Prat hace algunos días.
Por su parte, Gazmuri dijo que, “es impresentable someter al país a la vergüenza de homenajear con plazas o avenidas a sus peores delincuentes. Así como no hay en ninguna parte del mundo un parque Hitler, nos negamos a que en Chile nos encontremos con una Avenida Augusto Pinochet”.
“Nos ponemos así en línea con países como Alemania y Austria, que prohíben nombrar calles o lugares públicos con nombres de criminales de lesa humanidad, especialmente aquellos relacionados con el nazismo y el Holocausto. Actos de ese tipo son impensables para cualquier país que se defina como civilizado», cerró la parlamentaria.