
El Senado aprobó por amplia mayoría la idea de legislar un proyecto que busca prohibir y regular el uso de dispositivos electrónicos en establecimientos educacionales, con el objetivo de prevenir los efectos negativos que el uso indiscriminado de la tecnología genera en el aprendizaje, la salud física y mental de niños y adolescentes. La iniciativa recibió 48 votos a favor y ahora deberá ser analizada en particular por la Comisión de Educación.
Alcances de la normativa
El proyecto, que se encuentra en su segundo trámite constitucional y que fusiona siete mociones distintas, propone prohibir el uso de celulares y otros dispositivos digitales desde párvulo hasta sexto básico, mientras que para los estudiantes de séptimo básico a cuarto medio se permitirá su uso únicamente como herramienta pedagógica en casos fundados.
El senador Gustavo Sanhueza, presidente de la Comisión de Educación, explicó que la medida busca promover la utilización responsable de la tecnología y evitar interrupciones en el proceso de aprendizaje, contribuyendo al cumplimiento de los objetivos educativos de todos los niveles escolares.
Entre los casos excepcionales que permitirán el uso del celular se encuentran:
- Estudiantes con necesidades especiales, cuando el dispositivo funcione como ayuda técnica para su aprendizaje.
- Situaciones de emergencia, desastre o catástrofe natural.
- Alumnos con enfermedades o condiciones de salud que requieran monitoreo a través de medios tecnológicos, debidamente certificados por un médico.
Asimismo, los reglamentos internos de los colegios deberán adaptar sus disposiciones sobre el uso de dispositivos electrónicos en un plazo de seis meses, incorporando estas nuevas normas.
Evidencia y motivación del proyecto
Durante la discusión, los legisladores destacaron múltiples efectos negativos del uso indiscriminado de dispositivos electrónicos, incluyendo:
- Problemas de concentración y disminución de la memoria de trabajo.
- Dificultades en comprensión lectora y rendimiento académico.
- Ansiedad y trastornos en los procesos de convivencia escolar.
La senadora Yasna Provoste (DC) señaló que, “los estudios muestran que un estudiante revisa su celular en promedio cada 12 minutos durante las clases, afectando su rendimiento y el ambiente de aprendizaje del aula”. Además, resaltó que la evidencia internacional demuestra los riesgos de la exposición prolongada a redes sociales y dispositivos móviles, sobre todo en niños y adolescentes.
Por su parte, el senador Fidel Espinoza (PS) reconoció de manera jocosa su propio uso frecuente del celular, pero enfatizó la necesidad del proyecto: “Colocamos una distinción de primero a sexto básico para impedir completamente su uso y de séptimo básico en adelante como herramienta pedagógica solamente”.
Opiniones de otros parlamentarios
El senador Juan Antonio Coloma (UDI) comentó que si la iniciativa se hubiese presentado hace varios años, probablemente habría generado más dudas, mientras que el senador Rodrigo Galilea (RN) enfatizó que el proyecto busca “educar correctamente a los niños y adolescentes en el uso del celular” y destacó los efectos negativos que la tecnología puede tener en el desarrollo cognitivo, las relaciones sociales y los patrones de sueño.
Próximos pasos
Tras la aprobación en general, el proyecto será estudiado en particular por la Comisión de Educación, instancia donde se analizarán con mayor detalle los mecanismos de regulación, excepciones y sanciones, así como la implementación efectiva de los reglamentos internos en todos los establecimientos del país.
En definitiva, la medida busca equilibrar el acceso a la tecnología con la protección de la salud y el aprendizaje de los estudiantes, respondiendo a un debate que ha generado preocupación tanto en docentes como en familias.