
El 8° Juzgado de Garantía de Santiago decretó la prisión preventiva para los dos imputados por la muerte del joven técnico en farmacia Francisco Albornoz, cuyo cuerpo fue encontrado el pasado martes 3 de junio en un estero del río Tinguiririca, en la Región de O’Higgins.
Ambos sujetos fueron formalizados por el delito de homicidio calificado, tras una audiencia que se extendió por más de siete horas y que incluyó la exposición de antecedentes por parte de la Fiscalía Oriente. Las defensas solicitaron arresto domiciliario total, lo que fue rechazado por el tribunal, que acogió los argumentos del Ministerio Público. La investigación tendrá un plazo inicial de 90 días.
Tras finalizar la formalización, la fiscal Rossan Folli detalló que la muerte de Francisco se habría producido al interior del departamento en que habría compartido con los dos imputados, y no cuando fue lanzado al río Tinguiririca.
“La muerte de Francisco se produce en la madrugada del día 24 de mayo del presente año al interior del departamento ubicado en la Comuna de Ñuñoa (…) De los antecedentes también que se expusieron en la audiencia, se deja manifiesto que Francisco recibió golpes en su zona de la cabeza, los que lamentablemente derivaron en su fallecimiento”, explicó al respecto.
Además, explicó que para el Ministerio Público se encontraría descartada la teoría de una muerte por intoxicación tras los peritajes del Servicio Médico Legal (SML), que determinaron una lesión de tipo homicida. Sin embargo, también agregó que todavía no se ha establecido si hubo consumo de drogas al todavía no estar el examen toxicológico por parte del SML.
Francisco Albornoz, de 21 años, fue visto por última vez el 23 de mayo, día en que se habría reunido con los dos imputados: un médico ecuatoriano y un chef chileno, cuyas identidades el tribunal ordenó mantener en reserva. Según la Fiscalía, fue el testimonio del primer detenido lo que permitió encontrar el cuerpo y detener al segundo involucrado.
El segundo imputado fue arrestado el miércoles en su vivienda en Codegua, donde habría intentado deshacerse de evidencia en una estufa, según los antecedentes expuestos durante la audiencia.