El alcalde de Iquique se reunió con dirigentes y usuarios de la Zona Franca para definir una estrategia frente a la incertidumbre que genera el futuro de la concesión, acusando centralismo y advirtiendo que cualquier medida arbitraria del actual gobierno podría afectar el sistema franco, su competitividad portuaria y la economía regional, por lo que buscan consolidar un bloque para proteger los intereses de Iquique y Tarapacá.
Iquique amaneció con inquietud en el ambiente. No se trató de un temblor, pero sí de un movimiento profundo en el corazón económico de la región: la Zona Franca. Mientras el país se encuentra suspendido en la transición política y la sombra de un nuevo gobierno, el alcalde Mauricio Soria Macchiavello reunió, casi en modo de cuartel, a los actores clave del sistema franco en una jornada que se sintió menos como una reunión y más como una asamblea de defensa territorial.
El encuentro, realizado en la sede de la Asociación de Usuarios de ZOFRI, no fue casual ni protocolar. Fue urgente. Fue político. Fue económico. Y, sobre todo, fue una advertencia: el norte no está dispuesto a que el centralismo siga dictando el futuro de una zona franca que sostiene empleos, comercio y desarrollo no solo en Iquique, sino en gran parte de Tarapacá.
EL MENSAJE DEL ALCALDE: “IQUIQUE PRIMERO”
Soria, con el respaldo de dirigentes y representantes sindicales, dejó en claro que esta vez no existen colores políticos ni campañas electorales: la consigna es blindar ZOFRI.
La concesión —ese documento administrativo que parece frío y burocrático— hoy es la espada que pende sobre la economía regional. Asegurarla o perderla implicaría redefinir el destino comercial del norte por años.
Para el alcalde, el riesgo es evidente:
“No sabemos qué sucederá con la concesión y ya conocemos el daño del centralismo en nuestra historia. Aquí, la prioridad es Iquique y su gente.”
La frase fue más que un discurso. Fue un llamado.
Un grito político contra la incertidumbre.
LOS USUARIOS RESPONDEN: “EL CENTRALISMO NO SABE LO QUE NECESITAMOS”
Max Barrera, líder de la Asociación de Usuarios, puso palabras a una molestia que viene gestándose desde hace años:
La distancia entre Santiago y el norte no es solo geográfica. Es ideológica.
Es económica.
Y es una grieta que ha frenado inversiones, modernización y decisiones técnicas que podrían haberse tomado con mayor rapidez si quienes conocen el territorio tuvieran voz real.
Para Barrera, el momento es decisivo:
— Reformas profundas o retroceso.
— Participación real o improvisación burocrática.
— Desarrollo o centralismo ciego.
CONCESIÓN, LEGALIDAD Y ADVERTENCIAS
Los asesores legales del municipio levantaron una alerta que sacudió la mesa:
cualquier decisión arbitraria sobre ZOFRI podría incluso tener implicancias penales.
En otras palabras: el norte no solo está dispuesto a exigir diálogo, sino también a defender el sistema franco en tribunales si es necesario.
COMPETENCIA EN EL HORIZONTE: EL PUERTO PERUANO
La crisis no ocurre en el vacío.
Mientras Iquique discute concesiones, Perú avanza. Sus puertos crecen. Captan carga.
Y la brecha competitiva amenaza con profundizarse mientras la terminal iquiqueña sigue amarrada a discusiones políticas que, para los usuarios, han ignorado por años las necesidades reales del territorio.
Los presentes en la mesa lo reconocieron con preocupación: si el puerto se estanca, la región se estanca.
UN BLOQUE REGIONAL EN DEFENSA
Más allá de la retórica, la cumbre dejó dos certezas:
1️⃣ La defensa de ZOFRI no será individual, sino regional.
2️⃣ El futuro del sistema franco no puede definirse sin los protagonistas económicos que lo sostienen.
En tiempos donde las decisiones nacionales parecen desbordar el alcance local, Iquique envió un mensaje claro: el norte no será espectador. Será actor…. y está dispuesto a defender su zona franca como motor económico y símbolo de autonomía regional.
