
El sector agrícola chileno se encuentra en alerta debido al aumento significativo de focos activos de la mosca de la fruta, o mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata), lo que preocupa a gremios y al Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) ante la proximidad de la temporada de exportaciones frutícolas, que comienza en octubre.
Según el SAG, se contabilizan actualmente 42 focos activos distribuidos desde Arica hasta Chimbarongo, en regiones como Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Coquimbo, Valparaíso, Metropolitana y O’Higgins. Esta cifra supera ampliamente los 28 focos detectados en mayo y casi duplica los 23 brotes erradicados durante todo 2024.
Durante su informe público de julio, el SAG recordó que Chile mantiene desde 1995 la condición de país libre de mosca de la fruta, aunque señaló que esta situación se ve amenazada por la alta entrada ilegal de productos agrícolas a través del norte del país.
En lo que va de 2025, se han incautado 258.411 kilos de productos agropecuarios ingresados de forma ilegal, una cifra inferior a los 520.397 kilos de 2024, pero que sigue representando un riesgo para la sanidad nacional. De esta cantidad, 226.674 kilos corresponden a frutas y verduras, y 31.737 kilos a productos pecuarios. Para ponerlo en perspectiva, durante 2023 el ingreso ilegal alcanzó más de un millón de kilos, el nivel más alto de los últimos años.
Desde el SAG y los gremios llaman a reforzar los controles y a la ciudadanía a evitar el ingreso clandestino de productos agrícolas, con el fin de proteger la salud del sector y asegurar el éxito de las exportaciones que se preparan para la próxima temporada.