Para evitar la contaminación ambiental derivadas de las bombillas plásticas, un equipo iquiqueño diseñó un nuevo modelo de este utensilio, el cual se fabrica en base a algas naturales con distintas formas, tamaños y sabores.
Se trata del proyecto Semilla Inicia de Corfo “Blups”, a través del cual se creó una bombilla comestible y biodegradable. La iniciativa es liderada por Carmen Vidal y Pablo Román, quienes decidieron enfrentar la problemática ambiental derivada de elementos plásticos, los cuales son depositados en playas y el mar, destruyendo la vida marina y los sistemas ecológicos, dado que demoran más de 500 años en descomponerse.
“Por estas razones hemos creado esta bombilla, la cual ya estamos comercializando en restaurantes, bares y cafeterías comprometidas con la conciencia ambiental. A diferencia de la competencia como bombillas de papel y cartón, mantienen su forma y resiste temperaturas ofreciendo una nueva experiencia de uso en un mercado nacional que se consume alrededor de 200.000 bombillas plásticas”, explicó Carmen Vidal.
Pablo Román, señaló que “nos encontramos en una etapa de escalamiento. Partimos en forma muy artesanal, y hoy ya hemos adaptado modernas maquinarias para aumentar la producción, dando mayor y mejores alternativas de producción para distintos usos en los establecimientos que lo requieran”.
El director regional de Corfo, César Villanueva Vega, dijo que “este es un gran ejemplo de lo que pueden lograr los emprendedores regionales con el apoyo de organismos de fomento. Sin duda, el proyecto tiene insospechadas proyecciones a nivel nacional e internacional, y por lo mismo, ya están en condiciones de postular sus proyectos a nuevas etapas de expansión”.
