A la pena efectiva de 15 años y un día de presidio fue condenado el imputado de iniciales G.E.T.R., chileno y de 66 años de edad, por la violación de su nieta cuando ella tenía entre 6 y 8 años de edad.
El sujeto ya había sido condenado por el mismo delito cometido en contra de la hermana mayor de la víctima.
LOS HECHOS
En el juicio oral el fiscal Cristóbal Platero, junto a la parte querellante y luego de la investigación realizada junto a la Brigada de Delitos Sexuales de la PDI, logró acreditar que entre los años 2016 y 2018 el imputado cometió violaciones contra la víctima menor de edad en al menos tres ocasiones y en los distintos domicilios en que vivía la niña en Alto Hospicio. Los hechos los cometió estando al cuidado de la víctima y aprovechando su vulnerabilidad.
Producto de la afectación psicológica que le provocaron estos hechos, la niña comenzó a autolesionarse, lo que fue detectado por el colegio y provocó la develación de los hechos.
El fiscal presentó el testimonio de la propia víctima a través de la entrevista videograbada, así como también la declaración de su madre, hermana y compañeras de su colegio, a quienes les relató lo sucedido luego de que detectaran sus lesiones autoinflingidas.
Además, se presentó la prueba documental consistente en el informe sexológico del Servicio Médico Legal, el informe de denuncia realizado por el equipo de convivencia de su colegio y el certificado de atención en el Centro de Apoyo a Víctimas, todas las cuales permitieron detallar la grave afectación psicológica de la niña, sus conductas autolesivas e ideaciones suicidas.
LA CONDENA
Tras el juicio y considerando la gravedad de los hechos, el tribunal resolvió condenar al imputado a cumplir la pena de 15 años y un día de presidio por su responsabilidad como autor del delito consumado de violación de menor de 14 años de edad en carácter de reiterado.
