
Las impactantes imágenes del Desierto de Atacama convertido en un vertedero textil con cerca de 60.000 toneladas de ropa amontonada dieron la vuelta al mundo hace unos años. Este fin de semana, sin embargo, Chile volvió a ser noticia por una causa muy distinta y positiva: el país sudamericano logró el Récord Guinness del mayor intercambio de ropa del mundo.
En ese sentido, más de 2.300 prendas en perfecto estado fueron intercambiadas a lo largo de ocho horas en el Centro Cultural La Moneda, en Santiago. El evento, organizado por la start up de moda circular The Ropantic Show, sirvió también como un espacio de denuncia a la sobreproducción de ropa a nivel global y la emergencia climática que generan los residuos textiles.

LA CRÍTICA AL DESECHO TEXTIL
María José Gómez Gracia, fundadora de The Ropantic Show, señaló que el desafío es mayúsculo, dado que «menos del 1% (de las prendas) se recicla a nivel global por su alta complejidad y los altos costos.» Además, criticó la normalización del consumo masivo y fugaz de ropa: «Hemos normalizado que la ropa sea un elemento completamente desechable, que vayas de compras como forma de terapia. Vas al supermercado y, en vez de comida, encuentras ropa en muchas estanterías,» afirmó la emprendedora.
Solo en Chile, cada persona consume en promedio 32 kilos de textiles al año, generando más de 572 mil toneladas de residuos, según datos del Ministerio de Medio Ambiente. La estudiante Antonia Jerez, de 21 años, confirmó la tendencia, explicando a EFE: «Está normalizado el consumo masivo de ropa. Yo tomé la decisión hace un tiempo de comprar casi todo de segunda mano o hacer trueques.»
LA MODA COMO «EMERGENCIA MEDIOAMBIENTAL»

Las Naciones Unidas ya califican el consumo desmedido de ropa de «emergencia medioambiental y social» para el planeta. El organismo estima que la industria textil y del calzado es responsable del 20% de las aguas residuales y del 10% de las emisiones globales de Gases de Efecto Invernadero (GEI).
En el centro cultural, los jóvenes participantes del intercambio expresaron su rechazo a este modelo:
– La estudiante Catalina Navarro, de 23 años, afirmó: «Comprar ropa nueva ya no va tanto, no está de moda, hay demasiada dando la vuelta por el mundo y hay que tener más conciencia.»
– La traductora Antonia Castilla, de 28 años, valoró la exclusividad de esta práctica: «Siento que todos se visten igual, que todo el mundo compra la misma ropa en las tiendas retail y esto del reciclaje de alguna manera es ropa única, con historia y con personalidad.»
Chile es el cuarto país del mundo que más importa textiles usados, gran parte de la cual, cerca de 46.287 toneladas en 2021, termina en el Desierto de Atacama. A pesar de que el Gobierno declaró a los textiles como productos prioritarios de la Ley REP, los ambientalistas claman por más acciones.
La fundadora de The Ropantic Show concluyó con un mensaje de esperanza y un deseo de cambiar la narrativa: «Dimos la vuelta al mundo por las montañas de ropa en el desierto; ojalá que nos reconozcan hoy por la solución.»
Fuente: el economista.es







