
En un avance significativo para la población adulta mayor, la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó de manera unánime la modificación al proyecto de ley (boletín 16121) que establece una vigencia extendida de 20 años para las cédulas de identidad de personas mayores de cuarta edad y de adultos con dependencia severa.
La norma, que ahora será remitida al Ejecutivo para su promulgación, busca facilitar la vida cotidiana de miles de ciudadanos, evitando la renovación frecuente de este documento esencial.
La votación final en la Sala de la Cámara arrojó 120 votos a favor, consolidando la iniciativa surgida de una moción presentada por los legisladores del Frente Amplio Claudia Mix, Félix Bugueño, Camila Rojas y Patricio Rosas, quienes destacaron que esta medida responde a las necesidades reales planteadas por las personas mayores y sus familias.
Cambios clave en la ley
El texto original aprobado el 24 de octubre de 2024 contemplaba la extensión de la vigencia únicamente para personas que hubieran cumplido 80 años y para aquellas mayores de 60 en situación de postración certificada. Sin embargo, el Senado introdujo ajustes importantes en la redacción:
- Se reemplazó la expresión “personas que hayan cumplido 80 años” por “adultos mayores de cuarta edad”.
- La definición de “postradas” pasó a ser “situación de dependencia severa”, ampliando el alcance de la protección a quienes enfrentan serias limitaciones para realizar actividades básicas de la vida diaria.
Alcance y uso del documento
La nueva cédula, cuya vigencia se extiende a 20 años, servirá exclusivamente para acreditar la identidad dentro del territorio nacional. Aquellos beneficiarios que necesiten utilizarla como documento de viaje internacional deberán renovarla si han pasado más de diez años desde su emisión por el Registro Civil e Identificación.
Fundamentos de la ley
Los legisladores detrás de la propuesta argumentaron que, aunque el Registro Civil ofrece atención domiciliaria para personas con discapacidad y adultos mayores, este último grupo representa una proporción creciente de la población y presenta patologías que generan dependencia y movilidad limitada.
“La extensión de la vigencia de la cédula no solo reconoce la situación particular de los adultos mayores y personas en dependencia severa, sino que también descongestiona el sistema del Registro Civil, evitando la movilización de recursos cada diez años”, señalaron los autores de la moción.
Cabe destacar que la medida se complementa con programas como el “Programa de Apoyo a las Personas Postradas”, creado en 2006, que entrega atención integral a domicilio para quienes no pueden trasladarse fácilmente a oficinas públicas.
Reacciones y próximos pasos
Los legisladores del Frente Amplio enfatizaron que esta ley constituye un avance histórico en la protección y dignificación de los adultos mayores, alineándose con las políticas de inclusión y atención diferenciada según la etapa de la vida. Con la promulgación de la norma por parte del Ejecutivo, se espera que miles de personas mayores de Chile puedan contar con una cédula de identidad válida por dos décadas, simplificando su interacción con servicios públicos y privados.