Este 06 de mayo se llevó a cabo la coronación de Carlos III en el Reino Unido; ceremonia que forma parte del protocolo del ascenso del nuevo monarca, luego de la muerte de Isabel II el pasado 8 de septiembre. Camilla, esposa de Carlos, también fue coronada como reina en la ceremonia que se desarrolló en la Abadía de Westminster.
El acto inició a las 5 a.m. (hora inglesa), siendo un evento que duró alrededor de 90 minutos -descrito como relativamente informal según los estándares reales-. En éste estuvieron presentes la familia real, varios jefes de estado y todo tipo de celebridades. Asimismo, entre los bancos de la iglesia estaban el Príncipe William, el Príncipe Harry, los Primeros Ministros de varios países, además de la Primera Dama Jill Biden, entre otros.
¡Dios salve al Rey! gritaban los miles de espectadores que se sumaban al sonido de la fanfarria de «Strauss», interpretada por la filarmónica de Viena, mientras Carlos III usab la histórica Corona de San Eduardo; pieza central de la coronación de los soberanos británicos durante más de 350 años, fabricada de oro, plata, platino, esmalte, turmalinas, topacios, rubíes, amatistas, zafiros, granates, peridotos, circonitas, espinelas, aguamarinas, terciopelo y armiño.
El arzobispo de Canterbury ofició la ceremonia y brindó a los feligreses un sermón centrado en el servicio. Dando finalmente paso a la coronación de Carlos, lo que consolida su mandato como soberano absoluto y es un momento que se ha esperado durante décadas.
El príncipe William, futuro heredero a la corona, hizo un gesto de fidelidad a su padre y le dio un beso en la mejilla como símbolo de respeto a la corona de su progenitor, y ahora nuevo rey de Gran Bretaña.
