BOLIVIA COMO SANTUARIO DEL CRIMEN: JHONNY AGUILERA ALERTA PRESENCIA DEL PRIMER COMANDO CAPITAL DE BRASIL

Bolivia se ha convertido en un punto crítico en la ruta del crimen transnacional. Así lo advirtió el viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, quien señaló que la organización criminal brasileña Primer Comando Capital (PCC) utiliza el país como refugio para sus miembros y narcotraficantes, con especial presencia en Santa Cruz de la Sierra.
La advertencia surge tras investigaciones periodísticas de la cadena brasileña Globo, que alertan sobre la expansión de esta red criminal más allá de las fronteras brasileñas, aprovechando vulnerabilidades en países vecinos.
PCC: refugio y documentación fraudulenta
Aguilera explicó que la estrategia del PCC en Bolivia se centra en el establecimiento de “santuarios” donde sus miembros pueden permanecer bajo la apariencia de legalidad.
“El PCC es una organización criminal transnacional que hace de algunas regiones del país, fundamentalmente Santa Cruz, una zona considerada santuario”, afirmó el viceministro en declaraciones a medios estatales.
Parte de esta operación incluye la obtención de documentación fraudulenta, que permite a narcotraficantes simular residencia legal y moverse con mayor libertad en territorio boliviano. Aguilera aseguró que estos individuos aprovechan la aparente laxitud en los controles migratorios y locales para “enfriarse” antes de retomar sus operaciones delictivas.
Detenciones y cooperación internacional
El viceministro recordó que cada vez que se han identificado miembros del PCC en Bolivia, estos han sido detenidos y posteriormente trasladados a Brasil para enfrentar a la justicia. Sin embargo, Aguilera advirtió que la organización criminal se mantiene activa gracias a la transnacionalidad del narcotráfico, lo que requiere una coordinación constante entre países y el fortalecimiento de las fuentes de información locales.
Cochabamba: un punto clave en la estrategia del PCC
Más allá de Santa Cruz, Aguilera señaló que el trópico de Cochabamba se ha convertido en un terreno crítico. Algunos municipios han negado la cesión de instalaciones que podrían ser utilizadas para reforzar el control del narcotráfico, lo que limita la capacidad de vigilancia y prevención de delitos conexos.
El viceministro enfatizó la importancia de establecer puntos estratégicos de control en la zona, capaces de combatir no solo el narcotráfico, sino también delitos relacionados como robo y contrabando de vehículos, y sicariato.
“El establecimiento de estos puntos estratégicos no solamente va a controlar el narcotráfico, sino también los delitos conexos vinculados fundamentalmente al robo de vehículos, al contrabando y al sicariato”, detalló Aguilera.
La urgencia de reforzar la seguridad
La advertencia de Aguilera subraya un desafío mayor: el carácter transnacional del crimen organizado exige que Bolivia fortalezca sus capacidades policiales y judiciales, modernice sus sistemas de información y establezca una cooperación más efectiva con países vecinos.
En este contexto, el PCC continúa operando de manera sigilosa, utilizando documentación fraudulenta y refugios estratégicos para mantener su presencia en Bolivia, mientras las autoridades buscan reforzar su capacidad de respuesta y control territorial.