
El Banco Central (BC), dio a conocer esta jornada el Informe de Estabilidad Financiera (IEF) del primer semestre de 2025 ante la Comisión de Hacienda de la cámara de Senadores, que presidió, accidentalmente, el senador Rodrigo Galilea.
La autoridad monetaria señaló que la deuda del gobierno central alcanzó el 41,7% del PIB a fines de 2024, y reflejó la capacidad de adaptación del país ante posibles crisis externas se ve comprometida.
Es más, la entidad advirtió mediante este documento que el escenario económico global está marcado por la incertidumbre, y que la actual situación fiscal de Chile “ha reducido el espacio para contener los efectos de shocks externos”.
“Este diagnóstico pone en evidencia el aumento de la vulnerabilidad interna, ante el alza de la deuda pública, de reaccionar ante crisis externas”, y agrega que, “sostener la deuda bajo el umbral definido requiere de un exigente conjunto de medidas y acuerdos. Este es un desafío relevante en el que deben concursar todos los actores”, indica el texto.
Asimismo, explica que, “mantener la prudencia en las cuentas fiscales, a través de un endeudamiento soberano sostenible, aumenta la capacidad de la economía de mitigar el impacto de futuros shocks y mejora la percepción de riesgos sobre la economía local”.

Cabe señalar que, al cierre de 2024, la deuda bruta del gobierno central alcanzó un 41,7% del Producto Interno Bruto (PIB), lo que representó un aumento de 2,2 puntos porcentuales en comparación con el año anterior.
Este incremento, impulsado por los déficits fiscales estructurales y una creciente participación de los gastos financieros, genera preocupaciones sobre la sostenibilidad de las finanzas públicas en el futuro, sostiene la autoridad monetaria.
A pesar de las proyecciones del gobierno que esperan mantener la deuda por debajo del umbral del 45% del PIB, la tendencia actual sugiere que este objetivo podría ser difícil de alcanzar si persiste el déficit estructural, que en 2024 alcanzó un 3,3% del PIB, superando la meta de balance cíclicamente ajustado de 1,9%.
Ante esto, la presidenta del instituto emisor, Rosanna Costa precisó que, «la principal amenaza para el escenario local proviene de las tensiones internacionales, aunque asegura que el deterioro del escenario global encuentra a la economía chilena en un mejor pie para enfrentarlo».
Asimismo, precisó que, «pese a la favorable evolución de la situación financiera a nivel general, persisten vulnerabilidades en grupos específicos, como las empresas de menor tamaño y las que recibieron créditos Fogape en la pandemia».
Costa precisó que el informe aborda también «la prolongada debilidad del sector inmobiliario residencial debido, en gran parte, al nivel de las tasas hipotecarias y su negativo impacto en la demanda, y el elevado stock de viviendas terminadas«.
Cabe destacar que el IFE consiste en «un informe de riesgos y, como tal, analiza las vulnerabilidades del sistema y su capacidad para absorber shocks adversos. No es, por tanto, un informe que contenga proyecciones», advirtió la presidenta del BC.

El senador Ricardo Lagos Weber valoró la prevención de la lectura del informe sobre su ponderación. “Las variables de mediano plazo hablan de buenas noticias con prevenciones. En deuda pública hay una luz amarilla y entendemos que es producto de la política macroeconómica y fiscal”, hizo ver. “El Informe de Estabilidad Financiera del Banco Central, muestra que nuestro país está expuesto a la inestabilidad externa, pero además destaca la estabilización económica en crecimiento y endeudamiento familiar y de las empresas”.
Por su parte, el senador Juan Antonio Coloma apuntó a las estadísticas del mercado inmobiliario. “El gráfico que nos mostraron me genera inquietud porque aumenta el stock de viviendas nuevas que no se venden como las que están sin ejecución (…) Luego hay demanda de crédito de parte de las personas y las empresas, pero las cifras parten en el 2020, creo que sería interesante revisar desde antes para ver si corresponde quedarnos tranquilos”, manifestó.
El senador José Miguel Insulza aseguró que el sello del informe es la incertidumbre por el efecto de las medidas norteamericanas, principalmente. “Hay algunos parlamentarios que hablan de nuevos retiros, saludo que acá se haga el ejercicio de tensión respecto qué pasaría con algo así. Las repercusiones inmobiliarias son dramáticas, la gente no compra porque muchas personas no tienen acceso al subsidio ni al crédito”, comentó.
En tanto, el senador Matías Walker también puso el foco en lo inmobiliario y la construcción. “Leía que el valor de las viviendas ha aumentado un 50% por sobre los salarios. Entonces, ¿cómo fortalecemos la capacidad económica de la clase media para enfrentar esto? Ahora aprobamos la ley del subsidio al dividendo hipotecario. También quisiera saber qué opinan del apoyo que hacen instrumentos como el Fogape a empresas constructoras o agrícolas”, reflexionó.
El senador José García Ruminot preguntó si el nivel de endeudamiento de los hogares consideró las alzas sistemáticas de las cuentas de las tarifas eléctricas dada la alta morosidad.
Luego el senador Javier Macaya coincidió con sus colegas sobre la necesidad de revisar las políticas en favor de las pequeñas empresas que están más endeudadas con la banca, así preguntó “cómo los bancos pueden aportar a solucionar esa realidad. Me preocupa el sobreendeudamiento y morosidad creciente en sectores que recibieron el Fogape”.
El senador Rodrigo Galilea citó parte del informe indicando que “respecto al crédito, se nos indica que ‘a pesar que las tasas bajan, no ha habido correlación con mayores colocaciones de créditos por otros factores’, ¿podrían explicar cuáles?” Luego consultó si existe otros sectores económicos fuera del inmobiliario, que tienen restringido el crecimiento de la producción porque en general “vemos una banca sana, empresas grandes medianas y chicas con bajo endeudamiento, y el ahorro familiar algo mejor”.
Revisa el informe completo aquí: