
El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) de Chile ha decomisado un total de 864.554 huevos en 2023, 1.338.067 en 2024, y ya van 1.017.928 unidades decomisadas en lo que va de 2025, lo que suma más de un millón de huevos bolivianos ingresados por contrabando en solo seis meses.
La crisis económica en Bolivia ha impulsado el contrabando de huevos a Chile y Argentina, lo que representa un riesgo sanitario y económico para ambos países.
El director nacional subrogante del SAG, Rodrigo Sotomayor, advirtió que «en todo momento está la posibilidad de que nuestra frontera en la parte norte pueda ser infiltrada por esta línea de abastecimiento que no es formal».
Sotomayor explicó que los huevos se están ingresando por pasos no habilitados y que no se tiene trazabilidad, fecha de caducidad ni certeza del origen.
El riesgo sanitario es alto, ya que los huevos pueden estar contaminados con salmonella u otras bacterias. Además, el contrabando de huevos representa una competencia desleal para la producción local y pone en peligro al consumidor.
El ministro chileno de Agricultura, Esteban Valenzuela, aseguró que «hemos aumentado mucho los decomisos porque hay mayor control», pero advirtió que «como estamos en un altiplano poroso, se requieren otros controles», puntualizó.
La situación es similar en Argentina, donde se estima que unas 550.000 unidades de huevos cruzan a diario desde Bolivia, Brasil y Paraguay sin control sanitario.