
El paso fronterizo de Chacalluta volvió a ser escenario de una intensa labor de fiscalización este martes, luego de que Carabineros interceptara a un ciudadano venezolano que intentaba salir de Chile por un sector no habilitado cercano a la ruta que conecta con el aeropuerto de Arica.
El individuo, que se desplazaba hacia la línea férrea con la intención de avanzar rumbo a Perú, portaba únicamente una cédula venezolana y reconoció haber ingresado a Chile de manera irregular hace poco más de un mes.
Pese a las advertencias de que Perú no permite el ingreso de personas sin pasaporte vigente y visa de permanencia en Chile, Carabineros ha detectado que continúan los desplazamientos clandestinos por la franja costera, donde algunos migrantes buscan evadir los controles formales.
El procedimiento policial finalizó con el traslado del ciudadano extranjero a dependencias de la PDI en Arica, donde se verificará su situación migratoria. Las autoridades explicaron que, dependiendo de sus antecedentes y de su propia voluntad, la persona podría optar por una autodenuncia o solicitar una expulsión voluntaria, mecanismo que permite el egreso por Colchane cuando Bolivia autoriza el tránsito.
MAYOR CONTROL SOBRE TRANSPORTISTAS Y MOVIMIENTOS IRREGULARES
Carabineros confirmó además la realización de controles carreteros dirigidos especialmente a taxis y vehículos que puedan estar trasladando a personas sin documentación. Transportar indocumentados constituye una infracción a la Ley de Migraciones y puede derivar en sanciones aplicadas por el Juzgado de Policía Local.
TECNOLOGÍA BIOMÉTRICA EN AMBAS FRONTERAS
En paralelo, tanto Chile como Perú mantienen operativo un sistema de registro biométrico para reforzar la identificación de quienes circulan por la frontera.
- En el lado peruano, se captura huella dactilar, impresión palmar y fotografía para construir una base de datos propia.
- En territorio chileno, funciona el sistema ABIS, administrado por la PDI, que permite levantar huellas, voz e imagen, generando un registro conectado a bases internacionales como Interpol.
Este sistema se ha transformado en una herramienta clave para verificar identidades reales, detectar posibles antecedentes delictuales y evitar que personas ingresen o salgan del país utilizando nombres falsos o documentos adulterados.
Las autoridades recalcan que el fortalecimiento de estos controles busca garantizar trazabilidad, seguridad y orden en un punto donde, desde 2021, se ha registrado un alto flujo de ingresos irregulares.







