ASIA EN SU PEOR DESASTRE EN DÉCADAS: MÁS DE 1.400 MUERTOS Y MILLONES DE AFECTADOS POR INUNDACIONES EXTREMAS
Las autoridades de Indonesia, Sri Lanka y Tailandia, junto con organismos internacionales, reportan un escenario crítico tras las inundaciones que afectan al sur y sudeste asiático desde finales de noviembre. El fenómeno climático, impulsado por la coincidencia de tres ciclones en la región, ha dejado un saldo superior a las 1.400 personas fallecidas, miles de desaparecidos y pérdidas económicas que ascienden a varios miles de millones de dólares.
El temporal comenzó tras la llegada simultánea de sistemas de tormentas que reforzaron un mes ya afectado por lluvias intensas en Filipinas, Vietnam, Malasia y Tailandia. La magnitud del desastre se refleja en las cifras oficiales, que dan cuenta de la devastación en cada país. En Indonesia, especialmente en la isla de Sumatra, se registran cerca de 800 víctimas fatales, mientras que Sri Lanka informó la muerte de 479 personas y Tailandia confirmó 188 fallecidos.
A la tragedia humana se suma un elevado número de desaparecidos. Indonesia mantiene la búsqueda de más de 500 personas, Sri Lanka reporta alrededor de 350 habitantes sin localizar, y Tailandia aún intenta ubicar a otras 367 personas afectadas por el sistema frontal. En total, casi 1.000 personas se mantienen extraviadas en los tres países.
La afectación generalizada alcanza a cerca de 9 millones de habitantes, quienes enfrentan daños severos en viviendas, infraestructura y servicios básicos. De este grupo, más de un millón de personas ha debido desplazarse a refugios o zonas más seguras debido al desborde de ríos, inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Las pérdidas económicas también son significativas. En Indonesia, los daños superan los 4.000 millones de dólares, mientras que Sri Lanka estima perjuicios entre 6.000 y 7.000 millones de dólares. En Tailandia, los efectos económicos representan entre 0,1% y 0,2% de su Producto Interno Bruto, según organismos internacionales.
La temporada de tormentas ha sido especialmente dura este año y especialistas coinciden en que la intensidad está directamente vinculada al calentamiento del océano, que potencia ciclones y lluvias extremas. También se señala que la deforestación, la escasa planificación urbana y la alta exposición de comunidades completas han agravado el impacto de este tipo de eventos.
Organismos humanitarios advierten que la situación podría complicarse aún más, ya que la temporada de tormentas tropicales continúa activa, y nuevas precipitaciones no están descartadas en las próximas semanas.
