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ARICA NATIVA: LA FIESTA QUE CUMPLE 20 AÑOS ENCENDIENDO EL DESIERTO CON LAS HISTORIAS QUE EL MUNDO OLVIDÓ

El festival de cine más antiguo del norte de Chile celebra dos décadas con una edición especial sin competencia, que revive las películas más emblemáticas de su historia y rinde homenaje al tropero Abdullah Ommidvar con funciones gratuitas en Arica y Tímar entre el 19 y el 23 de noviembre.

En Arica, cuando el sol empieza a caer detrás del Morro, hay un silencio que parece guardarlo todo: los ecos de los pueblos andinos, las voces antiguas del altiplano, el crujido del desierto que resiste desde antes de que existieran fronteras.

Este noviembre, ese silencio será interrumpido por una avalancha de imágenes, música, memoria y cine. Arica Nativa —el festival más longevo y rebelde del norte de Chile— cumple 20 años, y la celebración promete ser algo más que una fiesta: será un regreso al origen, un homenaje a quienes filmaron cuando todavía nadie filmaba, y un encuentro con las películas que marcaron dos décadas de arte en territorio fronterizo.

Porque este año no habrá competencia, ni categorías, ni trofeos en disputa.
Habrá, en cambio, algo más poderoso: un retorno a lo que hizo nacer este festival.

EL REGRESO DE LOS TROPEROS

Fundación Altiplano decidió que esta edición sería distinta. No por falta de películas, sino por abundancia de historia. “Este año volvemos a lo esencial”, confiesan desde la organización. Y lo esencial, para Arica Nativa, siempre fueron sus troperos: los cineastas, viajeros, soñadores y documentalistas que subieron a la cordillera con cámaras al hombro y volvieron con historias que el centro del país jamás contaría.

El espíritu de Abdullah Ommidvar, el mítico viajero iraní que recorrió el planeta por 11 años y adoptó Chile como hogar, volverá a encender las pantallas. Fue él quien inspiró la filosofía del festival: filmar donde nadie filma. Su legado —custodiado hoy por la Cineteca Nacional— regresa para abrir la edición especial.

DEL 19 AL 23 DE NOVIEMBRE: CINCO DÍAS PARA VOLVER A ENAMORARSE DEL MUNDO

La programación será un viaje. Literal y emocional.

En el Cine Municipal (ex Colón)

Volverán películas que marcaron época:

  • La Rata de América (1963), filmada en Arica cuando la ciudad aún era un susurro costero y Charles Aznavour caminaba por el Centro como un desconocido más.
  • A la sombra del Sol (1974), rodada junto a la comunidad de Caspana y cargada del dolor de sus creadores, Carmen Bueno y Jorge Müller, desaparecidos durante la dictadura.
  • Wiñaypacha (2017), la primera película peruana íntegramente en quechua, una joya que emocionó al público del festival en su estreno.
  • Más obras que definieron estos 20 años: Viejo Calavera, Perro Bomba, Mujer de Soldado, Anqas, Viaje a Caspana, y otras piezas que renacen en versión restaurada.

Cada proyección será también un reencuentro con los espectadores que las vieron por primera vez hace una década, tal vez dos.

En Timar

Habrá un retorno al mundo andino: un viaje colectivo para respirar la calma de la precordillera, compartir sabores ancestrales y, por un día, volver a la raíz del festival: la ruralidad como memoria viva.

En Maipú Oriente

La fiesta final. Música, proyecciones, artistas, comparsas, premiaciones sin competencia y la Escuela Sarañani! convertida en un corazón cultural abierto a todo Arica.
Una “Fiesta de la Conservación” que mezcla cine, baile, pueblo y patrimonio.

EL FIN DE UNA ERA, EL INICIO DE OTRA

Para Francisco Tarque, director del festival, estos 20 años significan cerrar un ciclo.
Un ciclo de cineastas que filmaban en celuloide, que dormían en los cerros, que entendían el cine como acto político y comunidad viva.

Hoy muchos ya no están. Otros se convirtieron en leyenda. Y por eso este aniversario es también un homenaje póstumo a quienes cargaron cámaras en territorio difícil, a quienes hicieron cine sin presupuesto pero con convicción.

“Las películas que volvemos a mostrar”, dice Tarque, “son parte de la identidad profunda de Arica Nativa”.

UN FESTIVAL QUE NACÍO PARA CUIDAR EL PLANETA Y SIGUE FIEL A SU MISIÓN

Arica Nativa fue, desde su primer año, un festival de resistencia:
resistencia cultural, patrimonial, ecológica y comunitaria.
Nació para proteger lo frágil.
Para mostrar que lo rural no es pasado, sino futuro.
Para enamorar a las nuevas generaciones con historias que no salen en los cines comerciales ni en las grandes plataformas.

Y lo sigue haciendo, ahora con el apoyo del Ministerio de las Culturas (PAOCC), la Cineteca Nacional, los municipios de Arica y Camarones, comunidades como Timar, empresas aliadas y familias que han convertido el festival en tradición.

20 AÑOS DESPUÉS, ARICA NATIVA SIGUE ENCENDIENDO FUEGOS

Dos décadas han pasado desde la primera edición, y el festival se mantiene fiel a una idea simple y poderosa: el cine puede salvar mundos.

Pequeños, olvidados, rurales, sagrados, lejanos o invisibles.

Del 19 al 23 de noviembre, Arica vivirá una semana donde las pantallas no solo mostrarán historias: las revivirán.

Las devolverán al desierto, a la costa, a los pueblos, a las familias, al corazón del territorio.

Será una celebración para quienes aún creen que el cine es un acto de amor.
Y que la memoria, cuando se comparte, se vuelve futuro.

Belén Pavez G., Periodista y Locutora. Licenciada en Comunicación Social. Productora general y Directora de prensa en Vilas Radio. Música y Cat lover.

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