Mientras el sol comienza a imponerse sobre el Morro y el tránsito matinal se mezcla con pasos apurados rumbo a los locales de votación, en pleno centro de Arica, a metros de la Catedral San Marcos, se vive otra escena clave de esta jornada presidencial. Tras los muros de la Delegación Presidencial Regional, las principales autoridades se reúnen desde temprano para evaluar minuto a minuto el desarrollo de las elecciones, en una región donde la logística, la seguridad y la correcta instalación de mesas se han transformado en el foco central de la mañana.
No es una reunión simbólica. En la mesa están los informes de seguridad, el estado del transporte público, el número creciente de excusas ingresadas a la Comisaría Virtual y, sobre todo, el termómetro más sensible del proceso: la conformación efectiva de las mesas de votación, condición indispensable para que el sufragio fluya con normalidad en esta segunda vuelta presidencial.
57 locales y casi 200 mil electores: la magnitud del desafío
La Región de Arica y Parinacota enfrenta una jornada electoral de alta exigencia operativa. En total, 57 locales de votación deben funcionar a lo largo del territorio regional. De ellos, 52 se concentran en la comuna de Arica, reflejo del peso demográfico de la capital regional. A esto se suman dos locales en Putre y uno en General Lagos, mientras que en la comuna de Camarones operan dos establecimientos habilitados para recibir votantes.
El padrón electoral regional considera 195.604 personas habilitadas para sufragar, cifra que convierte a esta elección en una de las más relevantes en términos de participación potencial en la historia reciente de la región. Con voto obligatorio, cada falla logística se amplifica, y cada retraso genera inquietud.
Mesas que aún no se completan y vocales contra el tiempo
Durante la mañana, equipos de prensa se trasladaron hasta el Liceo Jovina Naranjo, uno de los locales emblemáticos de Arica. Allí, el delegado del recinto confirmó una situación que se repite en otros puntos de la ciudad: aún faltaban mesas por conformarse.
La imagen era elocuente. Vocales desplazándose con rapidez por los pasillos, funcionarios revisando listados, coordinadores intentando completar quórums mínimos para dar inicio formal a la votación. Todo ocurre mientras crece la expectativa ciudadana afuera, con electores que comienzan a llegar y preguntan cuándo podrán emitir su voto.
Desde la Delegación Presidencial se está a la espera del catastro actualizado del Servicio Electoral (Servel), documento clave que permitirá conocer con precisión cuántas mesas están efectivamente constituidas y cuántas siguen pendientes en la región.
Seguridad, transporte y excusas: los otros ejes bajo la lupa
Además de la instalación de mesas, la reunión de autoridades aborda otros puntos críticos. La seguridad pública es uno de ellos, con coordinación directa entre Carabineros, Fuerzas Armadas y personal de apoyo electoral. El objetivo: garantizar que la jornada transcurra sin incidentes y con resguardo en cada local de votación.
El transporte público también forma parte del análisis, considerando la necesidad de facilitar el desplazamiento de los votantes, especialmente en sectores periféricos y comunas rurales. Paralelamente, se monitorea el volumen de excusas ingresadas a través de la Comisaría Virtual, un indicador que refleja tanto el impacto del voto obligatorio como las dificultades que enfrentan algunos electores para concurrir presencialmente.
Una elección que se juega desde temprano
En Arica y Parinacota, la elección presidencial no solo se define en la papeleta. Se juega desde la organización, desde la puntualidad de las mesas, desde la capacidad del Estado para responder en tiempo real. Cada informe que llega a la Delegación Presidencial, cada dato que entrega el Servel, puede modificar decisiones operativas durante el transcurso del día.
Mientras tanto, la región avanza. Las urnas comienzan a recibir votos, los locales se activan de manera progresiva y la atención se mantiene fija en el reloj. En esta puerta norte del país, la democracia no espera: se organiza, se ajusta y se pone a prueba desde las primeras horas de la mañana, bajo la atenta mirada de autoridades y ciudadanos que saben que hoy, cada detalle cuenta.
