En un operativo que combinó rapidez policial, alerta vecinal y evidencia digital, la Brigada de Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) logró detener a un hombre de 31 años, de nacionalidad venezolana, tras hallarlo en posesión de un arma de fuego ilegal.
Lo insólito del caso: el sujeto, al percatarse de la presencia policial, arrojó la pistola al antejardín de su vecina, intentando borrar toda evidencia de su delito.
El episodio ocurrió en un tranquilo sector de Alto Hospicio, donde los detectives de la PDI, apoyados por el Sistema de Análisis Criminal y Focos Investigativos (SACFI) de la Fiscalía de Tarapacá, llegaron al domicilio del imputado para ejecutar una orden de entrada y registro. Durante la diligencia, una vecina alertó a los funcionarios sobre un objeto sospechoso en su antejardín: era la pistola marca Smith & Wesson, calibre 9×19 mm, con cargador y 15 cartuchos.
Los investigadores confirmaron que el arma había sido arrojada instantes antes por el imputado, que intentó evadir la acción policial, pero la modernidad de la evidencia digital no dejó lugar a dudas: en su teléfono celular los detectives encontraron fotografías que mostraban claramente el arma, captada por el propio acusado antes de deshacerse de ella.
El fiscal Cristóbal Platero, a cargo de la causa, subrayó la gravedad del hallazgo y detalló que el imputado mantiene otras investigaciones abiertas, lo que elevó el riesgo de que pudiera reincidir o entorpecer la investigación. Ante esto, el Juzgado acogió la petición de la Fiscalía y decretó prisión preventiva, fijando un plazo de 90 días para el desarrollo de la investigación.
“La combinación de alerta ciudadana y análisis digital permitió esclarecer rápidamente los hechos y garantizar la seguridad de la comunidad”, explicó el fiscal, destacando el trabajo coordinado entre la Fiscalía y la PDI.
El caso deja en evidencia la creciente importancia de la colaboración vecinal y el uso de tecnología en investigaciones criminales, donde un simple acto de desobediencia —como arrojar un arma al jardín del vecino— puede convertirse en prueba irrefutable.
Mientras el imputado enfrenta la prisión preventiva, los detectives continúan recabando antecedentes para esclarecer si el arma estaba vinculada a otros ilícitos o si formaba parte de un patrón de delitos más amplio en la zona.
