
La presencia de contenedores con precursores químicos en Arica e Iquique sigue generando preocupación en la zona norte del país. Aunque se informó del retiro de parte de estos cargamentos, las autoridades locales advirtieron que la situación requiere medidas inmediatas y definitivas.
En Arica, algunos de los envases decomisados son de data antigua, con certificaciones vencidas, lo que aumenta el riesgo de accidentes y la posibilidad de explosiones. Frente a esto, se valoró como una buena noticia el retiro inicial de los contenedores, ya que entrega mayor tranquilidad a la comunidad.
No obstante, se cuestionó que el procedimiento sea parcial e incompleto, ya que todavía quedan químicos que esperan resolución administrativa. «El gobierno no puede seguir postergando la seguridad. Aquí se decomisa el producto y debe ser llevado de inmediato a su destrucción», señalaron autoridades, advirtiendo que los trámites no pueden anteponerse a la seguridad de la población.
Actualmente, ni Arica ni Iquique cuentan con instalaciones para destruir este tipo de materiales peligrosos, lo que obliga a su traslado a la Región de Antofagasta. El llamado es a que dicho proceso se realice de manera urgente y sin dilaciones, dado el alto riesgo que implica mantener estos químicos almacenados.
La situación vuelve a poner sobre la mesa la necesidad de que el Gobierno implemente medidas más concretas y permanentes en el manejo de sustancias químicas peligrosas, especialmente en regiones fronterizas, que funcionan como zonas de paso para insumos utilizados en la producción de drogas.