La Cuarta Zona Naval realizó una operación de rescate a 135 millas al oeste de Patache para evacuar de emergencia a una turista alemana que sufrió una grave descompensación médica a bordo del crucero Hanseatic Inspiration. La LSG Iquique trasladó personal del policlínico, efectuó los primeros auxilios y coordinó su entrega al SAMU, que la derivó al Hospital Regional de Iquique.
A las 04:45 de la madrugada del 2 de diciembre, cuando la mayoría dormía y el mar avanzaba en calma espesa hacia la costa, la LSG Iquique recibió la alerta: una pasajera del crucero Hanseatic Inspiration presentaba complicaciones médicas severas que requerían una evacuación inmediata.
En cuestión de minutos, la señal SAR (búsqueda y rescate) activó un engranaje naval que operó como reloj. Desde la Gobernación Marítima hasta la Comandancia en Jefe de la Cuarta Zona Naval, cada unidad asumió su rol: había que traer de vuelta a tierra firme a una mujer cuyo estado no permitía esperar.
El relato del comandante: “Fue una carrera contra el tiempo”
El Teniente 1° Angelo Ercoli Scully, comandante de la LSG Iquique, describió la operación con la sobriedad de quien está acostumbrado a enfrentar emergencias, pero sin restarle dramatismo al riesgo que implicaba.
“Soy el Teniente Primero Angelo Ercoli, Comandante de la LSG Iquique. El día 2 de diciembre, en la madrugada, aproximadamente a las 4.45 horas, se activó un caso SAR para una evacuación médica desde el crucero Hanseatic Inspiration. Embarcamos personal del policlínico de Iquique y a nuestra partida de salvataje. Se realizaron los primeros auxilios a la persona y posteriormente fue trasladada a nuestra unidad. En coordinación con la Gobernación Marítima y la Comandancia en Jefe de la Cuarta Zona Naval, solicitamos una ambulancia que la llevaría en los próximos minutos al Hospital Regional de Iquique”.
La distancia, el horario y el estado de salud de la afectada configuraron un escenario en el que cada minuto era crucial.
Una transferencia de alto riesgo en mar abierto
Los marinos no solo debieron llegar hasta el punto donde el crucero navegaba en aguas profundas; también tuvieron que trasladar a la turista desde la gigantesca embarcación a la LSG Iquique, una maniobra que suele ser compleja incluso de día.
Mientras la paciente recibía los primeros auxilios del personal médico embarcado, la unidad de la Armada aceleró su regreso hacia la costa con la coordinación del SAMU, que ya esperaba en el muelle para continuar con la atención especializada.
De la mar a la ambulancia, y de ahí al Hospital Regional
Tras el arribo, la afectada fue entregada al equipo médico del Servicio de Atención Médica de Urgencia, quienes la trasladaron directamente al Hospital Regional de Iquique para evaluación avanzada.
La operación completa —desde la alerta inicial hasta la transferencia hospitalaria— se desarrolló en un marco de rigor, velocidad y precisión, demostrando la capacidad de respuesta de la red marítima ante emergencias a gran distancia de la costa.
Un esfuerzo conjunto que vuelve a poner a prueba la capacidad naval
En menos de una hora, la Armada movilizó personal, embarcó un equipo médico, coordinó con distintas autoridades marítimas y realizó un rescate a más de 250 kilómetros del litoral. No es un operativo cotidiano: es una muestra de la importancia estratégica de la Cuarta Zona Naval en un territorio donde miles de kilómetros de mar abierto forman parte del día a día turístico y comercial.
El caso terminó con la paciente en manos de especialistas y la maquinaria naval nuevamente disponible para lo que venga. Porque en estas aguas, el mar no espera, y las emergencias tampoco.
